Consejos del Apóstol Pablo para Año NuevoMuestra

Conoce tu propósito

“Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos" (2ª Timoteo 1:6).

Una de las tragedias mas grandes en la actualidad es el hecho de que la mayoría de las personas no sabe para dónde va. No es aquello de que va para su casa o para el trabajo -o para viejo, diría alguno en broma-, sino de aquello de que caminan por la vida sin un propósito claro y de largo plazo.

Todos tenemos propósitos de corto plazo. Habrá quien piensa en la fiesta del siguiente viernes, en la deuda por pagar, en casarse, en criar a sus hijos, en algún viaje. Y eso está bien. Pero pasan los años y mientras nuestra juventud y fuerzas se nos van, no pasamos de ahí.

Un propósito de largo plazo, de vida, es lo que nos da esperanza, fuerza, ánimo y nos mantiene en el camino correcto.

Justamente es lo que tenía en mente Pablo, al recomendarle a Timoteo que “avivara” el fuego del don de Dios en su interior. Le estaba recordando que a pesar de las penurias y amenazas de persecución y muerte que se cernían sobre ellos y sobre la Iglesia, el propósito que Dios tenía para él era más grande que cualquier otra cosa en la vida.

“Fijemos los ojos en Jesús…”, recomendaba el autor de la carta a los Hebreos (Hebreos 12:2), como un recordatorio del camino a seguir. Cumpliendo el propósito de Dios para nuestra vida y trabajando con ahínco y esfuerzo por él, superaremos cualquier dificultad que tengamos en la vida.

Si caminas por la vida perdido y sin esperanza, en Dios podrás encontrar sentido y ese propósito que necesitas para seguir adelante.

Oración: Querido Dios, es muy fácil perder el norte en un mundo lleno de distracciones y luces brillantes. Revela tu propósito a mi vida y dame la fuerza para buscar cumplirlo. Amén.