Cómo Actuar Cuando Tu Cónyuge No Te ComprendeMuestra

La relación matrimonial une a dos seres innatamente diferentes en "una sola carne". Cada uno de nosotros siente cosas diferentes, ve el mundo a través de su propia lente y valora formas distintas de comunicación e inversión. Esto puede hacer que ambos cónyuges se sientan incomprendidos, especialmente si permitimos que nuestras emociones tomen el control, en lugar de la verdad de Dios.

Lo hermoso es ver a Dios usar todas nuestras diferencias para crear un matrimonio que sea un lugar seguro para que crezcamos. Es hermoso que el amor de Dios pueda ser evidente en la forma en que hacemos espacio para las diferencias del otro y damos gracia cuando es difícil.

Aunque ser incomprendido no sienta bien, y no es lo que yo esperaba del matrimonio, cuando miramos la vida de Jesús, vemos que incluso en su perfección divina, a menudo fue incomprendido.

Vemos la confusión de los discípulos en Juan 4, cuando Jesús dijo que tenía comida que ellos no conocían. Se puede intuir a los discípulos mirándose unos a otros extrañados, preguntándose: "¿Quién le dio de comer?". Pero no se refería al pan o al pescado, sino al propósito para el que Dios le había enviado. No lo entendían. Del mismo modo, los discípulos reprendieron a los que llevaban niños pequeños a Jesús. Imagino que pensaban que estaba demasiado ocupado para los niños, pero Jesús no estaba de acuerdo. "Se indignó", dice la Escritura, y los corrigió diciendo: "Dejad que los niños vengan a mí". Aunque seguían a Jesús, aprendiendo de él, no entendían del todo su propósito.

En Juan 13, mientras Jesús se preparaba para ir a la cruz (otra cosa que los discípulos realmente no entendían, por cierto - como se ve en Mateo 16:21-23), lavó los pies de cada uno de los discípulos en una demostración de amor de siervo. Pedro detuvo a Jesús en el acto para decirle: no, mi maestro no debe ser quien me lave los pies. Era romper con todas las costumbres que el rabino asumiera una tarea tan humilde. Pedro no entendía lo que Jesús estaba haciendo. Incluso cuando Jesús se lo explicó, Pedro siguió sin entenderlo, pasando de "no me laves los pies" a "vale, ¡entonces lávame entero!".

Las personas más cercanas a Jesús, las que escucharon sus enseñanzas y fueron testigos de primera mano de su poder, fueron también las mismas personas que no se dieron cuenta de su verdad hasta después de que terminara en la cruz. Comieron con él, acamparon con él, caminaron sobre el agua con él y aún así lo malinterpretaron con frecuencia.

No podemos afirmar que todos los malentendidos en nuestro matrimonio se deban a que tenemos una agenda celestial, como hizo Jesús, pero podemos saber que si Jesús, estando libre de pecado, fue sacado de contexto e incomprendido por los más cercanos a él, entonces nosotros, en nuestras vidas rotas y pecaminosas, a veces nos sentiremos incomprendidos, aislados y dejados de lado. Incluso en nuestros matrimonios.

Hoy, anímate, aunque te sientas así, no estás solo en ese sentimiento. Tu matrimonio no es irreparable.

Oración: Gracias Dios, porque eres un Padre bueno y amoroso, que me conoce, me ama y me acepta plenamente. Te ruego que me ayudes a buscar en ti la plenitud. Permíteme aprender a estar satisfecho en ti, como Jesús estaba satisfecho de hacer tu voluntad, y a amar bien a los demás sin poner en ellos expectativas injustas.