El Experimento NobleMuestra

¿Alguna vez te has detenido a pensar en lo poderosas que son tus palabras? Sí, aunque no lo creas, tus palabras tienen poder. Despiertan emociones, tanto positivas como negativas. Sin embargo, algo es verdad: cuando estamos alrededor de personas que nos animan, siempre nos sentimos mejor con nosotros mismos. Por eso nos sentimos naturalmente atraídos hacia personas así. ¡Sus palabras nos edifican! Ahora piensa en ti. ¿Crees que los demás te ven como alguien que alienta con sus palabras? La idea no es condenarte ni criticarte si no siempre utilizas tus palabras con sabiduría. Por el contrario, la intención es desafiarte a recordar que tus palabras importan. Después de todo, si a Dios le importan las personas, ¿no deberían importarnos también a nosotros? ¡Esto es algo que podemos demostrar con nuestras palabras!

Esta semana, presta atención a tus palabras. ¿Cuántas veces las usas para edificar a los demás? ¿En qué áreas crees que tus palabras podrían mejorar?