NT25 AYUNOMuestra

Día 19 - Stacy Fuentes-Pérez, Asistente de Administración en UPPERROOM Academy

Lectura de hoy: Colosenses 3-2 Tesalonicenses 3

"Puesto que habéis resucitado con Cristo, poned vuestro corazón en las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las terrenales. Porque vosotros habéis muerto, y vuestra vida está ahora escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es vuestra vida, se manifieste, entonces también vosotros seréis manifestados con él en gloria" Colosenses 3:1-4.

Todos compartimos un profundo anhelo, un llanto del corazón, de ver a nuestro Amado y reunirnos con Él. ¡Oh, cuánto anhelamos ese día!

Mientras esperamos, hay una respuesta diaria que debemos abrazar: debemos quitarnos lo viejo y ponernos lo nuevo.Ya sea que seas un nuevo creyente o hayas estado caminando con Cristo durante años, todos necesitamos un nuevo despertar sobre lo que significa estar vivo con Cristo y cómo debemos responder a este llamado.

En 2 Tesalonicenses, algunos creyentes se distrajeron y malinterpretaron el mensaje de Pablo sobre el regreso de Cristo. Este malentendido los llevó a la ociosidad en su trabajo y en sus obras. Pablo les recuerda cómo les sirvió, no para jactarse, sino para ilustrar que sus esfuerzos fueron inspirados por Cristo.

Aprendemos que en su espera, perdieron el enfoque y redirigieron sus mentes hacia las creencias y rumores que los rodeaban.

En Colosenses 3:1-4, Pablo enfatiza la importancia de conocer y vivir como personas que han sido resucitadas con Cristo. Nos recuerda que debemos poner nuestra mente en las cosas de arriba y no en los asuntos terrenales. Al igual que los tesalonicenses, en nuestra espera, podemos caer en la tentación de centrarnos en nosotros mismos, en nuestros deseos y en nuestras vidas ocupadas, perdiendo de vista a Aquel con quien hemos sido levantados: ¡CRISTO!

La verdad de haber sido resucitado con Cristo es alucinante y una realidad que sostenemos. Pablo habla de la necesidad de despojarse del viejo hombre y vestirse del nuevo. Mirando de cerca, se puede ver que Colosenses 3 no es simplemente una lista de lo que se debe y no se debe hacer. En cambio, Pablo enfatiza la importancia de nuestras acciones mientras destaca "quién" es verdaderamente importante: con quién están escondidas nuestras vidas, con quién fuimos levantados, quién nos perdonó, para quién hacemos las cosas.

Es el Santísimo quien nos abrió el camino. Es Él. Siempre ha sido Él. Él es nuestra novedad. Cuando nuestro corazón, mente y alma se centran en esta verdad, crean una respuesta poderosa. No fuimos levantados solos; más bien, fuimos levantados con Cristo, quien nos ha dado acceso a vivir la vida por la que luchó por nosotros.

Mi oración es que al leer estos capítulos, recuerden a Él que nos ha dado la vida y el significado que tiene. Exige una respuesta mientras lo mantenemos a Él en el centro de nuestros corazones, mentes y almas. ¡Hemos sido resucitados con Cristo, y ahora podemos compartir Su gloria!