Salmo 16: Dios Es Nuestra Confianza, Protección Y EsperanzaMuestra
La esperanza del creyente en Dios
Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre (Salmo 16:8-11).
David tiene puesta su esperanza en Dios. Su futuro está encomendado en las manos de Dios, de allí su declaración: A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. David reconocía que, si él estaba fundado en la roca que es Dios, no habría ningún poder, persona o institución que pudiera desestabilizarlo, ni dañarlo, ni prevalecer contra él
Su esperanza estaba puesta también en que Dios le resucitaría: mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.
A Jehová he puesto siempre delante de mí. Esto habla de la decisión que hizo David de colocar a Dios en primer lugar en su vida. David se determinó a que Dios siempre sería su enfoque, su perspectiva. Su futuro lo confiaba con esperanza en Dios.
David concluye con una poderosa declaración: Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Esa es la esperanza que fortalece y trae paz a David: su futuro está asegurado y resguardado en Dios.
Dios era para David su refugio constante a donde solía acudir permanentemente, no solo mientras era perseguido, sino incluso después que tuvo paz y su reino fue afirmado. Dios era para David no sólo un Dios al que acudir en medio de contingencias, sino también alguien con quien comulgar continuamente.
¿Es Dios tu refugio constante y el tabernáculo al cual acudes para buscarle en la intimidad de su presencia?
Escrituras
Acerca de este Plan
El Salmo 16 constituye un diálogo gozoso con Dios; un diálogo muy íntimo, personal y profundo, que refleja confianza, obediencia y esperanza en Dios. En este salmo David nos enseña que no necesitamos de nada ni de nadie más que Dios para estar completos, para ser felices, pues Dios es suficiente. No necesitas apoyarte en nada ni en nadie fuera de Dios para tener fortaleza en medio de las dificultades, o para experimentar un gozo real y una verdadera paz mental.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/