Nuestras llamadas específicas NO son xcusa para ignorar la injusticia

A principios de este año año asistí al Congreso de Lausana. Se trata de una reunión de cristianos evangélicos de todo el mundo que tiene lugar cada 15 años. El tema del Congreso de este año era «Que la Iglesia declare y muestre a Cristo unida». Cada día del Congreso tuvo un tema diferente. Me llamaron especialmente la atención los días dedicados a la Iglesia perseguida y a la injusticia global. Ninguno de estos temas es nuevo para mí. De hecho, el Señor lleva años hablándome de ambos temas. Pero siempre he asumido que mi papel sería financiero y que podría contribuir cuando tuviera más estabilidad económica. Durante el Congreso, creo que el Espíritu Santo me habló y me ordenó que buscara la manera de contribuir a ambas áreas de alguna forma o manera. Contrariamente a lo que yo pensaba, Sus indicaciones nunca se refirieron al dinero. Ahora he comprendido que se trataba de unirme a Él para hacer realidad Su voluntad y Su reino en la tierra como en el cielo. ¿Cómo se relaciona mi encuentro con el Espíritu Santo con el pasaje de hoy?

En el pasaje de hoy, aprendemos que Nehemías se preocupaba por lo que afectaba al pueblo de Israel. No sólo se concentró en construir el muro. Se ocupaba de las dificultades y los problemas de los que le rodeaban. Con demasiada frecuencia, muchos de nosotros ignoramos las injusticias de nuestras comunidades para centrarnos en lo que Dios nos ha llamado a hacer. Pero en este capítulo aprendemos que eso puede ser un error. Nehemías nos enseña que ambas cosas pueden hacerse al mismo tiempo. Podemos centrarnos en nuestra vocación y, al mismo tiempo, trabajar para que la voluntad y el reino de Dios sean en la tierra como en el cielo, haciendo frente a la injusticia.

Esto no es prescriptivo. Para algunos de nosotros, esto puede consistir en dedicar un tiempo específico a orar por un asunto concreto de nuestra comunidad, nación, iglesia o el mundo. Para otros, puede implicar un compromiso más activo, político o de otro tipo. En cualquier caso, este pasaje nos revela que no podemos seguir utilizando nuestra vocación como excusa para la inacción. Como Nehemías, debemos implicarnos en la tarea de redimir a la sociedad y al mundo junto con nuestra vocación específica de Dios.

Parece mucho, lo sé. Pero si somos fieles en ambas cosas, como Nehemías, podremos rezar esta oración ....

Nehemías 5:19 - Acuérdate, Dios mío, de todo lo que he hecho por este pueblo, y bendíceme por ello (LBLA).

Preguntas para reflexionar: ¿Me ha inculcado el Señor la idea de resolver un problema en mi comunidad? ¿Estoy ignorando un problema en mi comunidad porque estoy concentrado en mi vocación? ¿Necesito arrepentirme de mi inacción cuando ha habido injusticia? ¿He rezado para pedir orientación en este ámbito? ¿Qué puedo hacer hoy para revertir mi inacción y hacer realidad el Reino de Dios en la tierra como en el cielo?