El Dios Que Nos SalvaMuestra

La nueva familia

El Magnificat (es decir, el cántico de María) muestra claramente que esta mujer consideraba lo que estaba ocurriendo como una realización de la antigua promesa hecha por Dios a Abraham. En su canción, la virgen alaba la misericordia del Señor y hace referencia a Abraham y a su descendencia eterna.

Esta es una gran noticia para el día de hoy. Si ponemos a Cristo como el centro de nuestras vidas, seremos partícipes de la gran promesa hecha a Abraham. “Y ahora que pertenecen a Cristo, son verdaderos hijos de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a Abraham les pertenece a ustedes” (Gálatas 3:29). Cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón, pasamos a formar parte de la familia de Dios y nos transformamos en coherederos de Su Hijo. Se nos confiere automáticamente la promesa de ser bendecidos y servir de bendición a otros. La nueva vida que Cristo ofrece te incorpora a la familia de Dios, una comunidad espiritual unida por el amor y la fe en Él. Tu misión será la de contar las buenas nuevas de Jesucristo a todo aquel que aún no las haya escuchado.

Hoy es un buen día para asimilar esta gran noticia y comenzar a formar parte de la familia de Dios. Acepta a Cristo y no dejes de sumarte a una comunidad de fe en tu ciudad.