El Dios Que Nos SalvaMuestra

Su seguridad

El “brazo” de Dios aquí mencionado simboliza su poder. Dios utiliza su brazo para salvar, para sostener y para apoyar; para esparcir, para abatir y para echar. En esta estrofa el “brazo” de Dios hace muchas cosas. María reconoce el poder de Dios en acción exaltando todo lo que Dios hizo en la historia de su pueblo, y en especial, recordando la tan conocida promesa: llegaría un Mesías para liberar a Israel.

Bien utilizados, los recuerdos son pensamientos que pueden ser muy positivos para la vida. Hay recuerdos dolorosos que conviene dejar en el olvido, pero en este caso ¡Qué buen ejercicio es recordar todas las cosas que ha hecho Dios a nuestro alrededor!

Para finalizar, repasemos la última parte del pasaje del día: "...Dispersó a los orgullosos y a los altaneros". Encontramos aquí la acción de separar o disipar a una serie de personas que tienen una característica en común: el egoísmo. Una persona altanera y orgullosa es aquella que no acepta otras palabras, sugerencias o recomendaciones que no provengan de su voz. No poner a Dios en el primer lugar en nuestras vidas traerá tremendas consecuencias en la eternidad.

Examinemos hoy nuestro corazón y quitemos toda actitud que nos separe de Dios. Vivamos plenamente en Él y experimentemos la seguridad de su brazo poderoso.