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La Sala De Espera De DiosMuestra

La Sala De Espera De Dios

DÍA 2 DE 4

Lo merezco, no lo merezco

Estoy segura que todos alguna vez nos dijimos a nosotros mismos: “Yo no merezco esto”. La vida es dura, las cosas malas suceden, las esperes o no. Jesús no prometió una vida libre de problemas. Él dijo: «… Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo» (Juan 16:33, NTV). Muchas veces, tenemos incorporado el concepto de que las cosas malas solo les suceden a aquellos que se encuentran lejos de Dios, y no podemos entender cuando algo malo nos sucede a nosotros. No podríamos estar más equivocados. Jesús también dijo: «… Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual» (Mateo 5:45, NTV).

Hablemos de Job. A la vista de las personas, Job no merecía sufrir. Dios mismo lo describe como «… El mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal» (Job 1:8, NTV). Sin embargo, Dios permitió que Job perdiera su casa, sus hijos e hijas, sus animales y empleados, ¡hasta su salud física! A Job le tocó estar en la sala de espera de Dios. Él dijo: «Clamo a ti, oh Dios, pero no respondes; estoy delante de ti, pero ni siquiera miras» (Job 30:20, NTV). «Yo clamo: “¡Socorro!” pero nadie me responde; protesto, pero no hay justicia» (Job 19:7, NTV). Sin embargo, Job permaneció íntegro; no maldijo a Dios, sino que reconoció que todo era de Él y que no tenía derecho para reclamar nada.

No se trata de merecer o no merecer. En ocasiones, Dios permite que en nuestra vida experimentemos sufrimiento. Muchas veces estamos concentrados en la vida aquí en la tierra, en tener mi casa, mi familia, mis hijos, mi trabajo, mi dinero; que Dios tiene que “sacudirnos” para reenfocarnos. El pastor Rick Warren escribió en su conocido libro Una vida con propósito: «Para evitar que nos aferremos demasiado a esta tierra, Dios permite que experimentemos algún grado de incomodidad y tristeza en nuestras vidas, o sea, anhelos que nunca serán satisfechos de este lado de la eternidad». Y es así. A menudo, nuestros fracasos, relaciones fallidas, tristezas y desilusiones son permitidas por Dios para que recordemos qué es lo verdaderamente importante: Él. ¿Qué estás experimentando hoy? ¿Será que Dios te está “sacudiendo” para que reenfoques tu vida? ¿Qué te estará queriendo enseñar? Él permanecerá en silencio hasta que lo entiendas. ¿Sabes por qué lo hace? Porque te ama.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

La Sala De Espera De Dios

Creo que una de las experiencias más difíciles que tenemos como cristianos es cuando oramos, pero no recibimos respuesta. Pareciera que Dios permanece en silencio. ¿Será que no nos escucha? Claro que lo hace, pero muchas veces Dios trabaja en medio del silencio. No te aflijas, no estás solo. Dios está trabajando mientras te encuentras en la sala de espera.

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Nos gustaría agradecer a Andrea Pachalian por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://about.me/andreapachalian