La oración eficazMuestra
El valor terapéutico de la oración
La oración representa una oportunidad extraordinaria para la concentración, la experimentación de la paz, la catarsis y la reflexión; también es una valiosa ocasión para experimentar reveladoras inspiraciones de la mano de nuestro sabio y amoroso Dios. La oración nos concede un tiempo y un lugar en el que podemos llevar delante de Dios nuestras necesidades, dudas, flaquezas, quejas, perplejidades, dolores y tristezas. De ahí el valor terapéutico de la oración. En este sentido, la oración es una oportunidad concedida las 24 horas del día, para acceder a un espacio terapéutico, sanador, didáctico y nutritivo; pero también empoderador y habilitador.
¿Cuántas personas tienen que acudir a un psicólogo o psicoterapeuta para expresar sus flaquezas, dolores y problemas? Los cristianos tenemos al mejor terapeuta a nuestra disposición las 24 horas al día, y sin citas previas ni pago. ¡Qué desperdicio no utilizarlo!
Aprovechemos, pues, esos momentos de oración para acudir a Dios, con nuestro enojo por las injusticias recibidas; con la vergüenza por el pecado cometido; con el dolor que las aflicciones y vicisitudes nos ocasiona; con el miedo que las circunstancias y eventos adversos trae a nuestra vida; con la tristeza por la pérdida experimentada, sabiendo que no tenemos que fingir, ni interpretar ningún papel, ni aparentar bajo una fachada, sino abrir nuestro corazón a Dios.
En ese tiempo de oración podemos permitirnos derramar nuestro corazón delante de Dios, sabiendo que Él tiene cuidado de nosotros. En esos momentos podemos ser tal cual somos y expresarnos tal cual sentimos, sin temor a ser juzgados, ni criticados por nuestro amoroso y comprensivo Padre Celestial. Philip Yancey lo expresa hermosamente: “La oración da lugar a lo que no se puede decir, a esos compartimientos secretos de vergüenza y lamento que sellamos del mundo externo”.
La oración no es una obligación o imposición divina, ni una carga pesada de la vida cristiana. Surge más bien de nuestra necesidad de relacionarnos con Dios.
La oración es vital para el cristiano y debe ser una prioridad en su vida. Todo el que ama a Dios de corazón y desea crecer espiritualmente, necesita pasar tiempo hablando con Él, sintiendo su presencia y recibiendo su amor y su dirección.
Para reflexionar:
- ¿La oración representa para ti un espacio para abrir con transparencia tu corazón delante de Dios?
- ¿Te siente en libertad de ser tú mismo cuando estás delante de Dios en oración?
- ¿Experimentas la acción terapéutica que trae la oración delante de Dios?
Escrituras
Acerca de este Plan
La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. La definición más básica de la oración es "hablar con Dios". La oración no es meditación o reflexión pasiva; es dirigirse directamente a Dios, en un diálogo abierto. La oración nos acerca a Dios y nos conecta con Él.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/