Superando el MiedoMuestra

¿A qué le tienes miedo?

En primer lugar, tómate un momento para identificar todos los lugares en los que has cedido al miedo. El miedo se presenta de muchas formas, y no todas son tan obvias como las que te vienen a la mente en un primer momento. Cuando analicé esto en mi propia vida, descubrí que no solo tenía el miedo obvio sobre el diagnóstico de mi esposo, sino que había vivido tanto tiempo con algunos miedos sutiles en mi vida que no me había dado cuenta de que estaban allí y los había aceptado como parte de mí. Incluso los había atribuido a mi personalidad. ¡Es posible que tú también tengas algunos de estos miedos! ¿Te identificas con alguno de los siguientes?

Tal vez tengas miedo al futuro. Es posible que vivas constantemente en ese estado de miedo. Incluso cuando las cosas van bien, en algún lugar de tu mente, es posible que te preguntes cómo manejarás cualquier desastre potencial que se te presente. Tal vez escuches las historias de otras personas, incluso la mía aquí, y una sensación de pavor se instale en tu corazón porque temes no tener lo que se necesita para manejar algo difícil.

Tal vez se trate de un tipo diferente de miedo, como el miedo al rechazo o el miedo a lo que la gente piense de ti. A esto se le llama el temor al hombre (Proverbios 29:25). Te cuesta mucho exponerte para hacer amigos, o luchas por ser totalmente tú mismo y vulnerable a los demás por esta razón. Siempre me había identificado como tímido; incluso desde mis primeros boletines de calificaciones, esto es lo que los maestros decían sobre mí. Pensé que ERA YO, pero cuando superé el miedo, resultó que me había equivocado sobre mí mismo durante toda mi vida. El miedo me había paralizado en el área de las relaciones. Después de liberarme de este miedo, el cambio en mi personalidad fue notable. Pasé de ser una de las personas más tranquilas de la sala a ser visto como un extrovertido dondequiera que iba.

Es posible que tengas miedo por las finanzas y tengas miedo de que tú o tu esposo pierdan el trabajo. O que te preocupes por la noche por la fe de tu hijo y no sepas cómo manejar sus dudas sobre Dios.

¿Tienes miedo de hablar en público? ¡Yo sí! Puede que tengas que lidiar con otro miedo que no se menciona aquí. ¡Hay tantos! Tómate un tiempo para identificar tus miedos; puede que te sorprendan algunos de ellos. Y puede que te sorprendas de la cantidad de miedo que también tienes. ¡Yo sí lo tenía! ¡Tenía todos estos miedos y más! Nunca me había parado a pensar en ellos o a enumerarlos, y cuando lo hice, me sorprendió la gran cantidad de miedo con el que había estado viviendo, sometiéndome y permitiendo que me controlara. Así que si descubres que tienes bastantes, debes saber que no estás solo. ¡No hay vergüenza ni condena en esto! Tienes que reconocer el problema antes de poder lidiar con él. Haz un inventario detallado y realista y asegúrate de no saltarte este paso importante. ¡Es clave para tu libertad!

Oración de hoy: Señor, gracias porque soy más que vencedor a través de ti. Gracias por tu sabiduría divina y tu comprensión de mis miedos. Ayúdame a identificar los miedos que me frenan. Quiero que se vayan de mi vida para poder vivir verdaderamente la vida libre y abundante que tienes para mí. En el nombre de Jesús, amén.