Regocíjate- Celebrando El Tiempo De AdvientoMuestra

Paz en la tierra

Leer: Lucas 2:14; Isaías 9:6; Romanos 5:1-11

EOAO: Lucas 2:14

"—¡Gloria a Dios en las alturas y
en la tierra paz entre los hombres que gozan de su buena voluntad!".

En el Texto

La alegre proclamación de los ángeles de "paz en la tierra" es una gran noticia para nosotros. El Príncipe de Paz, Jesucristo, ha venido por fin a traer la paz de Dios a nuestro mundo perdido.

¿Para quién es esta paz? Según los ángeles, es sólo para aquéllos con los que Dios se complace. Aunque la oferta de paz de Dios se dirige a todos, la mayoría la ignora y prefiere continuar con su rebelión. Algunos ni siquiera son conscientes de que son enemigos de Dios. Pero al alejarse de Su Palabra y vivir la vida a su manera, lo rechazan. No hay paz fuera de Dios.

Por otro lado, están aquellos que han sido atraídos a Jesús, que han aceptado la oferta de paz de Dios a través de Su Hijo, admitiendo su pecado, apartándose de él y recibiendo Su perdón. Dios se complace en estas personas. A ellos, Él les da Su paz.

Hay días en los que podemos sentirnos inquietas y llegamos a preguntarnos ¿cómo es posible que un Dios santo se complazca con alguien como nosotras?. Puede que algunas veces veamos las cosas de manera negativa y fallemos una y otra vez, quizás en ocasiones hablemos demasiado, perdamos los estribos y, otras veces podemos encontrarnos sin paz ni gozo en nuestros corazones. Es entonces cuando debemos recordar que la única razón por la que Dios se complace con cada una de nosotras es por Su Hijo, Jesús. Cuando Dios nos mira, mira la vida perfecta de Jesús. Somos pecadoras, pero somos las hijas amadas de Dios. No hacemos lo suficiente, pero Él está satisfecho con nosotras. "En Cristo", estamos a salvo en Su justicia. ¿Y cómo llegamos allí? Solamente por fe.

Si deseamos experimentar la verdadera paz, necesitamos fe. Como dice Pablo en Romanos 15:13, Dios nos llenará de paz cuando creamos en Él. Necesitamos una fe que muestre que todas nuestras obras son inútiles y pecaminosas, pero que reconozca que la obra de Jesús es más que suficiente. Una fe que le transmita a Dios todos mis temores y ansiedades, sabiendo que Él cuidará de nosotras porque Él es todo lo que necesitamos. Sólo cuando creemos en Sus promesas y en Su amor, nuestra alma inquieta encontrará la paz verdadera.

Oración

Jesús, tú ves esos corazones inquietos. Danos fe para confiar en ti y llénanos de tu paz. Amén.