Soltera y esperando...Muestra

Introducción

Creo que uno de los mayores anhelos que tenemos como mujeres es encontrar al hombre ideal, casarnos y formar una familia. Pero, ¿qué pasa cuando el tiempo avanza y seguimos solas? Seguramente hayas llegado a conclusiones como: «No hay nadie para mí», «Nunca voy a encontrar al indicado», «Todas se casan y yo sigo sola», «Hay algo mal conmigo», «Dios quiere que me quede soltera». No me malinterpretes, no estoy diciendo que permanecer soltera sea malo; conozco muchas mujeres que no se casaron y desarrollaron su propósito en la vida con plenitud y felicidad.

Este plan está dirigido a aquellas mujeres que desean encontrar a su príncipe azul, pero por alguna razón, aún no lo hacen. Si eres como yo, es muy probable que tengas una larga lista de requisitos que tu futuro esposo debería cumplir: cristiano, devoto, fiel, amoroso, trabajador, honrado, bueno, hombre de fe, paciente y muchas cosas más. Solemos concentrarnos mucho en cómo deseamos que sea ese novio (y futuro esposo) que tanto buscamos, pero… ¿alguna vez pensaste cómo eres tú? ¿Eres una buena candidata a esposa?

A mí me pasó algo similar. Tenía determinadas expectativas de mi futuro esposo, que me olvidé de cuidarme a mí misma. En ese momento entendí que aún no estaba preparada para entablar una relación. Fue allí que comencé a trabajar en mi persona; no solo para convertirme en una mejor candidata para el hombre que estaba allí afuera esperándome, sino para ser una mejor mujer para Dios.

Creo que muchas veces, Dios no nos abre las puertas a determinadas oportunidades, porque no estamos preparadas para ellas. A veces pedimos un trabajo exitoso, pero Dios no permite que suceda, porque sabe que de esa forma dejaríamos de dedicarle tiempo a Él para volvernos adictas a ese trabajo. O puede ser que le pidamos más dinero, pero Él conoce nuestro corazón y sabe que, si lo permite, podríamos comenzar a depender del dinero en lugar de depender de Él. Lo mismo sucede cuando oramos por un compañero de vida; si no estamos preparadas, podemos llegar a depender de esa relación amorosa, en lugar de sentirnos completas en Dios.

Para esto, quiero compartir contigo algunos principios que me fueron sumamente útiles en mi preparación previa a una relación, que tienen como objetivos depender de Dios, acercarte más a Él y moldear tus pensamientos y actitudes para ser cada día mejor. No te prometo que al finalizar este plan conseguirás una pareja, pero sí que podrás sentirte plena y completa en Dios, y lo demás pasará a ser secundario. «Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten» (Mateo 6:33, NTV). «Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón» (Salmos 37:4, NTV). Busca a Dios, hónralo con tu vida y disfruta de Su compañía, y Él te dará lo que necesitas y deseas.