¿Cómo podemos regresar y reencontrarnos con el Pastor?

¿Cómo regresar a Él y pedirle un reencuentro? Después de lo que hicimos, de la desidia, de la pereza, de la indisciplina, del pecado? Muy fácil: les recomiendo contratar un abogado que lleve su caso, pero tomemos en cuenta que solamente existe un abogado al que podemos acudir, la gran noticia es que NUNCA va a perder un caso ante el acusador, su agenda está disponible con solo una oración, Él aboga por nosotros y el Juez lo escucha. Él sí conoce todas las leyes, todos los corazones, todas las circunstancias, así que NUNCA seremos un caso perdido o sin esperanz. Ni lo serán aquellas personas por las que ustedes llevan quizás mucho tiempo orando. Podemos acudir tranquila y confiadamente sabiendo que el Señor Jesús es el abogado por excelencia y no bastando eso, tenemos al único Juez que es compasivo y piadoso y que en vez de castigo, quiere regalarnos oportunidades y amor, quiere encontrarse con cada uno de nosotros, quiere rehabilitarnos y hacernos la mejor versión posible.

Pero no podemos olvidar que son dos lados de la misma moneda inseparables: la gracia del Señor debe ir indudablemente unida a una parte que nos corresponde a cada uno: un cambio de actitud, de conducta (si mentía, ya no lo hago por ejemplo, si hablaba mal de alguien, pues ya no). No podemos ser las mismas personas, deberíamos evolucionar a esa mejor versión, perfeccionadas, santificadas, que Dios desea que seamos. Y no existe cambio sin comunión, sin intimidad, sin conocimiento, por eso no debemos darnos el lujo de estar a medias, apenas con lo mínimo para subsistir, porque si por ejemplo, en nuestra vida física cada día sólo comemos una vez, o hacemos varias comidas al día pero son escasas o sólo comemos un único alimento, nos harán falta los otros alimentos, los otros nutrientes, no tendremos las defensas necesarias.

Cuando somo ovejas perdidas que se han alejado del rebaño, somos como los que piensan que tienen un "final sin esperanza", cuando aceptamos que el Pastor nos rescate, le acompañamos, entramos a su redil y sobre todo, confiamos en sus promesas y decisiones para nuestras vidas, pasamos a tener una "esperanza sin final".

ORACION

Señor te pedimos que como ovejas que escuchan la voz de su Pastor, lo hagamos sin cuestionarnos, sin condicionamientos, amándote por lo eres y no por todo lo que nos das, sino por esa fidelidad que nadie más nos puede dar. No dejes nunca de buscarnos, de llamarnos. Permítenos escuchar y obedecer tu voz en medio de tanto bullicio y distracciones y pasa por alto nuestros arrebatos. Que mi constancia y disciplina sean tan fuertes como mi fe. Si tu voluntad no se ajusta a mis expectativas, que aún, así sea capaz de someterme a tu soberanía, con la total certeza que tomas mejores decisiones que yo, sin reclamos ni protestas, que sólo brote alabanza de mis labios. En lo nombre de Jesús, amén y amén.