PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 5Muestra

DÍA 7 - Del temor a la paz

Salmo 131:2

Juan 14:27

Filipenses 4:4-7

Efesios 6:10-20

Salmo 34:1-5

¿Has visto a un bebé ponerse quisquilloso y molesto? Otros pueden tratar de consolarlo, pero no es sino hasta que su madre lo toma en sus brazos que se calma lo suficiente como para volver a dormirse. O puede que hayas visto a un niño pequeño lastimarse una rodilla mientras jugaba. Corre hacia su padre, quien lo calma y lo cuida. Vuelve a jugar en cuestión de minutos como si la lesión nunca hubiera ocurrido.

Cuando enfrentamos tiempos difíciles y sentimos que nuestro adversario nos está disparando flechas de mentiras y temores, podemos correr a los brazos de nuestro Padre Celestial y confiar en que él nos protegerá y nos calmará. Estar allí y permitir que las flechas nos hieran repetidamente sería impensable. También sería un orgullo pensar que podemos alejar cada flecha para protegernos con nuestra propia fuerza. Nos cansaríamos rápidamente y seríamos derrotados en la batalla.

Las Escrituras son claras en que no podemos luchar contra las flechas del diablo por nuestra cuenta.Tampoco necesitamos recibir una paliza implacable como si estuviéramos indefensos. Debemos confiar en el Señor y en el maravilloso don de sus verdades en la Biblia para luchar contra los ataques del enemigo. Podemos estar en la batalla, pero completamente en paz como un niño pequeño en los brazos de nuestro Padre.

Al concluir todo lo que hemos aprendido esta semana, se nos desafía a tomar la decisión diaria de mantenernos firmes, completamente vestidos con la armadura que Dios proveyó, y usando las armas de las Escrituras y la oración. No tenemos que ceder al temor y a las mentiras. El Señor quiere que descansemos en su paz y amor.

Pausa para reflexionar:

¿Qué puedes hacer hoy para mantenerte fuerte en esta batalla? ¿Has hecho tu lista de mentiras y has encontrado las verdades para contrarrestarlas? Medita en la verdad de Dios mientras te apoyas en el poder disponible para ti en Cristo. Hoy, la elección es tuya.

Oremos:

Señor, gracias por enseñarme que tengo todo lo que necesito para enfrentar mis temores y caminar contigo en la verdad. Elijo dar estos pasos adelante con tu fuerza y poder. Gracias por la paz que me das mientras camino cerca de ti.

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