Tiempo de RenovaciónMuestra

“VENCER EN TIEMPO DE PRUEBA”

de ¡Aliento!

La tentación de Jesús no fue pecar, sino que dudara del plan del Padre para Él. Qué tentación es dudar de lo que el Padre ya hizo por nosotros al rescatarnos del pecado por su obra en la cruz. Con tanta rapidez perdemos el enfoque de Dios para nosotros y el propósito de la regeneración de la salvación. Creamos en lo que Dios dice de nosotros, y no caigamos en la tentación de aceptar las dudas y mentiras del enemigo. Toda nuestra fuerza debe estar en creer la Palabra de Dios y no ceder ante la tentación del enemigo.

El texto dice que Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, entiende y comprende nuestras debilidades y que fue tentado en todo, como nosotros, pero con la diferencia de que Él no pecó. Seremos tentados a dudar, a cuestionarlo todo, a dejar de creer; pero depende de nosotros no caer en las tentaciones y creer lo que Dios dice acerca de nosotros.

Las tentaciones de Jesús relatadas en Mateo 4 son las mismas que hoy apuntan a nosotros para que no creamos lo que Dios dice. El enemigo va a llegar con toda su fuerza. Jesús usó la Palabra de Dios para combatir las tentaciones del enemigo. “. . .Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (V. 4). Así como: “.. Escrito está también: "No tentarás al Señor tu Dios" (V. 7). Y también: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (v. 10). Las tentaciones tienen que ser combatidas con lo que Dios dice y no con lo que otros o nosotros decimos. Creámosle a Dios.

No creas que de ninguna manera caerás. Cuidado. El 33% de los pastores confiesa haber participado en alguna conducta sexual inapropiada. El apóstol Pablo escribió: Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar (1 Corintios 10:11-13).

Tenemos un sumo sacerdote, Jesús, que intercede por nosotros en momentos de prueba.

Para reflexionar:

¿Puede un siervo de Dios ser tentado?

¿Podemos sufrir las mismas tentaciones de Jesús?

¿Cómo podemos combatir las tentaciones?

Oración:

Padre, te ruego que me sostengas en los momentos de tentación para que no caiga. Amén.