La Esperanza en Tu TristezaMuestra

No solo expresamos nuestra tristeza, sino que la usamos para los propósitos de Dios.

A veces la tristeza nos está señalando a la oración, a reconocer lo limitadas que somos y a depender de Dios por lo que no podemos controlar, es decir: ¡todo! Así que, siempre buscamos propósito, validación, aprobación en otros o en lo que hacemos, y cuando no lo recibimos, nos entristecemos. Sin embargo, a veces nuestra tristeza es un reflejo de la tristeza de Dios y este es el caso de Nehemías: Dios usó ese sentimiento para que el profeta reedificara el templo.

Sin embargo, recuerda que Dios no deseaba edificar un edificio como una mera tarea religiosa, más bien, fue por lo que el templo significaba para el pueblo: llevar sus ofrendas, ofrecer sacrificios y leer la Palabra de Dios. Este era el lugar donde los judíos se relacionaban con el Señor y se sentían seguros de que, al hacerlo, Él respondería con fidelidad a su pacto con ellos. Así que, Nehemías vio la soledad de su ciudad y lo que había quedado de ella después del exilio babilónico y experimentó la tristeza que viene de Dios.

Ahora, me gustaría que juntas nos preguntemos: ¿Cuántas veces nuestra tristeza nos inunda al ver el resultado del juicio de Dios o de la consecuencia de un pecado? Sin embargo, en Cristo, hasta esas situaciones difíciles y dolorosas son usadas por Él para que sus propósitos continúen. Por lo tanto, significa que el propósito de Dios precede al propósito personal por el cual fuimos creadas: Él dice que nuestro propósito es hacer todo para su gloria e incluso, cuando hemos pecado, nuestra alma sufre al no vivir conforme al propósito de Dios.

Querida hermana, expresa tu tristeza al Señor, no dejes que esta nuble tu perspectiva acerca de la verdad Dios: Él puede hacer con ella lo que nadie más puede, porque Él ve lo que tú no ves. Por último, confía en el Señor, entrégale tu tristeza y cree que Él obrará fielmente, en su tiempo y según sus propósitos para tu vida y su gloria. Por último, examina tu corazón al hacerte la sencilla pregunta: ¿Por qué estoy triste? Quizá, tu tristeza manifiesta que necesitas alinearte a la voluntad de Dios.

• Aprende: ¿Estás triste? ¿Por qué?
• Vive: Lee Nehemías 12:43: ¿Cómo resultó la tristeza de Nehemías? ¿Cómo la usó Dios? ¿En qué se regocijó el pueblo? ¿En qué te regocijas tú? Ora al Señor que te ayude a ver tu corazón.
• Lidera: Lee todo el libro de Nehemías y encuentra momentos diferentes de gozo y tristeza y extrae de este libro verdades que puedes usar para ministrar a otras.

Oración

Padre, gracias por darnos la tristeza como una manera de expresar lo que sentimos, lo que nos duele, e incluso, el dolor del pecado. Perdónanos porque usualmente no corremos a ti cuando estamos tristes, sino a nuestros recursos. Ayúdanos a encontrar en nuestros tiempos de tristeza el propósito que nos has dado de hacer todo para tu gloria; nuestras lágrimas no las olvidas. En Cristo. Amén.