La Esperanza en Tu TristezaMuestra

La tristeza es un medio de Dios para arrepentirnos de nuestros pecados.

Mucha de nuestra tristeza está ligada a nuestras expectativas, deseos y sueños no cumplidos; sin embargo, la tristeza es una herramienta que Dios usa para mostrarnos dónde está puesta nuestra confianza y nuestra satisfacción.

La Palabra nos dice que la tristeza que viene de Dios produce arrepentimiento, revela nuestros ídolos y, además, revela qué tan agradecidas o quejumbrosas somos con Dios. La tristeza también deja una marca en nuestra mente que nos provee luz para reconocer nuestras áreas de debilidad y nos recuerda la bondad de Dios.

Por ejemplo, la tristeza a la que Pablo se refiere cuando se dirige al pueblo de Corinto tiene que ver con que él está agradecido de que la predicación de la Palabra y su reprensión amorosa dio frutos dignos de arrepentimiento en los corintios: ya no llevan una vida orgullosa. Por lo tanto, esta tristeza se diferencia en que sí produce buen fruto. Pablo los había reprendido por sus malos caminos y por traer división a la iglesia con su orgullo y su pomposidad de dones.

Recuerda que siempre podemos llevar nuestra tristeza a Dios, aun cuando sea por aquello que anhelamos; sin embargo, no podemos quedarnos tanto tiempo allí y perdernos de dar los frutos que agradan a Dios y le hacen bien a nuestra alma: paz, una relación vibrante con Dios y una mente sobria para llorar cuando se debe llorar y estar gozosa cuando se debe. En Cristo, verdaderamente la tristeza no tiene desperdicio.

• Aprende: ¿Cómo usa la tristeza Dios?
• Vive: Describe cómo te sientes el día de hoy. ¿Qué te causa tristeza? Busca cómo coincide cómo te sientes respecto al tema o concepto que aprendiste hoy y expón tu respuesta a la Palabra de Dios.
• Lidera: ¿Conoces a alguna mujer que está experimentando tristeza? ¿Cómo la has ayudado? Lee Salmos 34 con ella y descubran las perlas que Dios tiene para este tiempo. Además, muéstrale los hallazgos que encontraste al comparar tu tristeza con lo que dice la Palabra.

Oración

Dios, gracias porque no desprecias nuestra tristeza y haces algo en nuestro corazón a través de ella. No nos dejes, Señor. Clamamos a ti en ayuda, en claridad de mente y en afirmarnos en tu verdad. Enséñanos cómo llevarte nuestra tristeza, soltarla y ya no tenerla como un ancla a nuestra amargura y dolor, sino que ayúdanos a afianzarnos en la esperanza de que esto pasará. En Cristo. Amén.