Avivamiento cristianismo global

El avivamiento no se da para que se quede en cuatro paredes, existe un avivamiento global por un salvador global.

Con motivo del Pentecostés se reúne en Jerusalén una gran multitud de todos los lugares gobernados por el Imperio Romano, la gran potencia globalizadora de la época (Hechos 2:5).

Los que oyen el mensaje salvador en sus propias y variadas lenguas, regresan a sus países de origen llenos del Espíritu Santo y con la fresca palabra globalizadora en sus labios.

El propio Jesús, después de la resurrección y antes de la ascensión, comisiona a sus seguidores a globalizar las buenas nuevas.

El avivamiento no es más que un llamado a la Gran Comisión, y esta no es otra cosa que un mandamiento globalizador (Mateo 28:19,20).

Independientemente de la forma como se vaya dando la globalización en el terreno político y económico, y al margen de contiendas seculares, los cristianos debemos cumplir la Gran Comisión, aprovechando al máximo posible las puertas completamente abiertas. Manos a la obra, como dijo Salomón.

Bendito sea por siempre su glorioso nombre; ¡que toda la tierra se llene de su gloria! Amén y amén (Salmos 72:19 NVI).

Dejemos que el Espíritu Santo sople su viento y que él transporte la semilla de su nueva revelación, dentro de la cual, la persona, la familia y la iglesia de habla hispana jugará un papel preponderante.

Da gracias a Dios por el designio que enriquecerá el patrimonio secular del cristianismo.