Avivando El Corazón en El EspírituMuestra
Avivando un corazón sano
Parte 1
El avivamiento genera contagio, somos nosotros que decidimos que queremos esparcir, y eso depende cien por ciento de lo que hay en mi corazón, amargura o libertad. Hagamos sencillas precisiones para entender quién es y por qué existe una persona amargada.
El amargado sufre un problema de auto rechazo, no se acepta a sí mismo, se menosprecia y, a veces, odia su propia persona.
La raíz de amargura produce un árbol que se llama resentimiento, un “resentido” es aquel que tiene un problema con los demás.
La persona resentida termina por rechazar al prójimo, es frecuente oírlo decir: “Culpa del jefe, culpa de mamá, culpable mi cónyuge, culpables mis hijos…”. En los casos más agudos, estas personas culpan a Dios por lo que les pasa.
La llamada “raíz de amargura” nace directamente en el corazón, proviene de una semilla maldita plantada que, al salir a la superficie ramas y frutos, perjudica a otros.
Esta raíz de amargura genera el árbol del resentimiento, culmina su obra con un fruto que se llama “falta de perdón”.
La oración y ayuno bajo guía del Espíritu Santo, con el acompañamiento de personas sabias guiadas por Dios, permitirá ubicar la raíz amarga para poderla arrancar del corazón.
Escrituras
Acerca de este Plan
Como hijos de Dios tenemos un compromiso de crecer de la mano del Espíritu Santo, pero muchas veces no sabemos cómo lograrlo. Acompáñanos por 7 días en nuestro devocional, buscando un avivamiento, primero en nuestras vidas, para luego avivar nuestras familias, los que nos rodean, la iglesia, la ciudad y el país que Dios nos dio.
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Nos gustaría agradecer a Casa Sobre la Roca, Iglesia Cristiana Integral por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://casaroca.org