El Impacto De La SantidadMuestra

EL HOMBRE INTEGRAL

«La santificación es progresiva, y si no aumenta, es porque no está viva» (Thomas Watson).

La propuesta bíblica de santificación es integral. Abarca al ser en su totalidad, al hombre por completo. Vea lo que Pablo le escribió:

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1 Tesalonicenses 5:23, énfasis añadido).

La palabra griega que Pablo utilizó en el versículo citado, traducida de los manuscritos originales como «por completo», es holoteles. Según el Léxico de Strong, significa «perfecto, completo en todos los aspectos». El concepto es de una santificación completa, lo que se confirma también en otras traducciones: «Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo» (NVI) u «os santifique en todo» (RVA).

Pero, ¿qué es lo que compone a un hombre por entero? ¿Cuáles son las partes del todo? El apóstol declaró que el ser humano entero, integral, se compone de espíritu, alma y cuerpo, aquí tenemos lo que la teología clasifica como tricotomía. Por lo tanto, se puede deducir del mensaje a los tesalonicenses que: santificación completa implica santificar a las tres partes que integran al hombre.

La propia Biblia presenta nuestro ser completo en ese orden específico del hombre integral: espíritu, alma y cuerpo (1 Ts 5:23). Sin embargo, hay una costumbre entre los cristianos de emplear el orden inverso, afirmando que somos cuerpo, alma y espíritu.

¿Por qué invertimos el orden bíblico? Porque no tenemos la percepción de aquello que es realmente la esencia del ser humano: un espíritu, que tiene un alma y habita en un cuerpo. Quien se ve a sí mismo primeramente como cuerpo en lugar de espíritu, posicionó el aspecto natural delante del espiritual. Y eso termina por perjudicarnos.

Las Escrituras enseñan que somos hombre exterior (cuerpo) y hombre interior (alma y espíritu). En orden de relevancia: espíritu, alma y cuerpo. Somos tripartitos, divididos en tres partes diferentes, y la obra santificadora se distingue en cada una de ellas.