El Impacto De La SantidadMuestra

SANTIFICACIÓN FINAL

«La santificación es el inicio de la gloria y la gloria es la santificación finalizada» (F. F. Bruce).

La santificación final no será alcanzada en esta vida. A pesar de haber evolucionado en la santificación, el creyente no logrará la plenitud de ese proceso antes que el propio Dios lo complete mediante la glorificación del cuerpo. Pablo, uno de los gigantes de la fe del Nuevo Testamento, refiriéndose a la perfección, o plena madurez, dijo: «No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto» (Fil 3:12), además de: «Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado» (Fil 3:13).

El concepto de perfección cristiana ha sido muy discutido a lo largo de la historia, especialmente después del notable ministerio de Wesley. La creencia en la posibilidad de alcanzar un estado de impecabilidad en la vida no coincide con la idea de un proceso que todavía no ha terminado. El mismo Cristo fue tentado; si eso no fuera cierto, la Biblia no llamaría tentación a lo que sufrió Jesús. Él venció el pecado, pero era susceptible de ser tentado. La posibilidad de que fuera tentado estuvo relacionada con la naturaleza humana de Jesús, no con la divina, ya que la Palabra afirma: «porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie» (Stg 1:13).

Sí, es posible ser perfecto, no obstante, «ser perfecto» bíblicamente significa «ejercer autocontrol para lograr perfección», lo que se espera del creyente por toda su vida. No se trata de un único evento o revestimiento instantáneo, sino de una búsqueda de santidad que termina el último día, porque la plenitud del proceso santificador sucederá con la redención del cuerpo.

Cuando la Biblia habla acerca de la redención del cuerpo, no destaca solo algo que todavía no ocurrió, sino también transmite la idea de que hoy el creyente en Cristo no disfruta del todo. Hay algo más reservado para el futuro.