Una vida apasionanteMuestra

La herida

Las paredes del cañón amarillo, pálido y accidentado, nos encajonaban por un lado, y el río Arkansas por el otro. Habíamos estado manejando durante casi una hora y media, siguiendo a John hasta el lugar perfecto para pescar. Tanner, nuestro camarógrafo, pptenía solo una palabra para el impresionante panorama: paciencia. Sacó su celular y anotó lo siguiente mientras conducíamos:

«Paciencia. Paciencia es lo que se requiere para que estas montañas sean así y se encuentren en donde están. El pasto es lo más pequeño que crece, luego los árboles...Pero, ¡Dios mío! Piensen cuánto tiempo se demoraron estas montañas en crecer y formarse».

Después que Tanner terminó de escribir, nos dimos cuenta que se nos acababa la gasolina. Aún faltaba mucho para llegar a la gasolinera más cercana. Hizo lo que ningún hombre haría. Dimos la vuelta en busca de gasolina. Ya que a veces necesitas detenerte, mirar atrás, y reconsiderar lo que está detrás de ti para avanzar hacia lo que está delante de ti.

Nuestro desvío nos retrasó por casi una hora. Paciencia. Luego comenzamos a pescar. No pescábamos nada. Paciencia. Pescamos un poco más. No atrapábamos nada. Paciencia. El río fluía a través del valle, las piedras rodaban, lentamente, muy lentamente, dejando sus huellas en un valle más profundo, más vasto.

Luego llegó la hora del almuerzo. Así que nos sentamos y John empezó a hablar sobre algunos desvíos que había tomado en su vida. Heridas. Valles. Volvimos otra vez atrás, pero esta vez a nuestras historias, para descubrir esos vacíos que necesitaban sanación y cobertura.

Mientras ves el comienzo del Episodio 2 y lees los pasajes de hoy, pídele a Dios que te muestre tus heridas del pasado y el vacío de tu vida. Ya que a veces necesitas detenerte, mirar atrás y reconsiderar lo que está detrás de ti para avanzar hacia lo que está delante de ti.

Mira el video de hoy y piensa en tus heridas.