Una vida apasionanteMuestra

Tus heridas tienen palabras

En su libro best seller, Wild at Heart, John Eldredge menciona que, «Si una herida no se reconoce ni se llora, es una herida que no podrá sanar». En frente de nosotros, sentado a la orilla del río, John nos contó su historia. De niño, él y su papá eran muy cercanos. Pescaban juntos, jugaban y se iban de campamento. Era el sueño de todo niño. Más adelante, el papá de John se metió en el alcohol. Y así, a los 12 años, John se convirtió en el hombre más fuerte del mundo. Tal vez puedas identificarte.

Posteriormente, John dedicaría su vida a su enamorada, pero ella también se alejó de él. Pasó varios veranos con su abuelo, que con el tiempo, falleció. La herida de John se profundizaba como el cañón en donde estábamos sentados; casi se escuchaba, a pesar del sonido del río. Sonaba así: «Todos se van. Te quedas solo». Cuando John decidió escribir su primer libro, lo hizo con uno de sus mejores amigos que luego murió en un accidente de alpinismo en su primer evento para hombres. La voz de la herida se hacía más fuerte.

Mientras escuchábamos a John, él tenía paz pese a lo ocurrido. Compartía sus heridas desde un lugar de sanación. Sin embargo, de alguna forma esa sanación resaltaba nuestro dolor. Se podía oír la voz de nuestras heridas mientras compartíamos. No necesito a nadie. No soy suficiente. Soy un cobarde. Me irá mejor que a él. ¿Qué cosa te dice tu herida?

Camino al río, Ryan y John conversaron y condujeron juntos. Resultaron teniendo una de esas conversaciones que te cambian la vida. Después de escucharla y de leer los pasajes de hoy, escribe tus respuestas a estas preguntas. ¿Cuál es mi herida más profunda? ¿Qué cosas me ha dicho? ¿Qué es lo que Dios me está diciendo?

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