Todo es nuevoMuestra

Recuerda que Pablo les explicó a los corintios que el posponer su viaje surgió de un corazón sincero.

Sinceridad es algo que ha perdido su calidad en nuestros tiempos, siendo sobrepasada por la manipulación, ocultar la verdad, las respuestas agresiva-pasivas, la mentira y la adulación. ¿Cuánto más enriquecido podría estar el cuerpo de Cristo si fuéramos puros y sinceros unos con los otros, así también como con aquellos en el mundo?

Pueda que no digamos a propósito si cuando realmente queremos decir No, o digamos No cuando realmente lo que queremos decir es que Sí, pero lo hacemos en formas mas sútiles.

Si paramos aquí tendríamos en realidad una lección útil en integridad y franqueza. Pero Pablo tiene más para nosotros que simplemente elevar nuestra medida de integridad.

Una distinción de nuestra fe cristiana no es la de simplemente alcanzar estándares morales o parecer como cristianos bien portados solo por el motivo de ser buenas personas. Pablo ya había pasado mucho tiempo de su vida persiguiendo eso, alcanzando una educación judía estelar, siendo miembro de los fariseos, siendo entrenado como un rabí de los mas altos, y ejecutando justicia propia sin falta. Pero él se dio cuenta que toda su "bondad" no valía mas que un montón de estiércol (Filipenses 3:8.).

Ahora que él está defendiendo sus acciones frente a los corintios, su punto es de que si su actitud hacia ellos fuera vacilante, eso iría en contra de una de sus convicciones más esenciales: Dios es fiel. Él no puede mentir. Él no puede retractarse de Su Palabra. Él hizo una promesa de pacto de redimir a sus hijos, y toda promesa incluida en ello es "sí" en Jesús. Y Jesús es el "sí" de Dios para nosotros para la vida de significado y esperanza por la que todos hemos estado anhelando (2 Corintios 1:19-20). En otras palabras, "con respecto a [Jesus], cada una de las promesas de Dios recibe un "sí" como respuesta". Si Dios no es inconstante con sus "sí" o con sus "no", bueno, entonces tampoco lo es Pablo.

Pueda ser que una de las razones por la que no siempre somos sinceros o francos en nuestras relaciones es porque no estamos bien fundados en el "sí" de Cristo. Yo sé que he vacilado, y a veces manipulado, situaciones porque he querido hacer que mi vida funcione de la manera que yo quiero. Encerrarme en un 'sí' o un 'no' hubiera amenazado esa búsqueda. Pero cuando yo soy capaz de confiar en la fidelidad de Dios, tanto en Su carácter y dominio sobre mi vida, ya no tengo que ser manipuladora e insincera.

Al cerrar nuestro estudio, ¿Cual ha sido la parte más confrontativa para ti?