Viviendo Para Las Recompensas EternasMuestra
En el cielo, ¡hay niveles!
Como seguidor de Jesús, tienes una gran responsabilidad. Se trata de la responsabilidad de administrar bien todos los recursos que Dios te ha encomendado en estos años que Él te tiene aquí. Tus talentos, tus dones espirituales, tus habilidades, tu tiempo, tus oportunidades, tus experiencias, tus posesiones: todo te ha sido para algo más grande que ti mismo. Todo te ha sido dado para los propósitos de Dios.
Jesús nos compara con siervos a quienes un encargo grande ha sido dado. El apóstol Pablo nos recuerda que debemos ser hallados fieles como administradores de las oportunidades divinas.
Por tanto, podemos inferir que en el Cielo habrá niveles: aunque todos los que hayamos aceptado a Cristo como Salvador estaremos en su presencia perfecta, no todos seremos recompensados de la misma manera. Él recompensará a cada uno según lo bueno que haya hecho ya que Él es justo.
La parábola de los talentos es el ejemplo más vívido registrado en el Nuevo Testamento alrededor de este tema. La historia contada por Jesús habla de siervos buenos y fieles que entran en el gozo de su Señor y, por el contrario, de siervos malos y perezosos que desperdiciaron su vida.
Esta parábola no está hablando de salvación, pero sí está hablando de recompensas. Sí habla de niveles de servicio. Jesús nos anima a ser fieles en lo poco, porque entonces seremos puestos sobre mucho, sobre las verdaderas riquezas. A veces creemos que el placer, la fama, las riquezas de este mundo son “mucho”. Pero son temporales. No son eternas.
Es lógico entonces concluir que el cristiano que vivió su vida egoístamente, pensando siempre primero en sí mismo no esté al mismo nivel de aquel que vivió sacrificadamente para servir a Dios y a otros.
Aplicación
Y tú, ¿cómo quieres ser llamado cuando te presentes delante de Dios? ¿Quieres que Él te llame “buen siervo fiel” o que seas comparado con ese siervo malo que no administró bien el tiempo que se le dio en esta tierra.
Compartir el Evangelio, hacer discípulos, financiar la obra de Dios, servir en la iglesia local como voluntario, usar tus dones espirituales, permanecer dependiendo de Dios, honrar a tus líderes espirituales son solamente algunas de las acciones prácticas que puedes hacer para vivir para lo eterno.
Escrituras
Acerca de este Plan
Aunque este mundo ofrezca fama, reconocimiento, fortuna o poder, ninguno de nuestros logros permanecerá para siempre. Como seguidores de Jesús, debemos recordar que nuestros verdaderos tesoros no debemos hacerlos en esta tierra sino en el otro lado de la eternidad. En este plan de lectura, te invito a experimentar y a vivir para las recompensas eternas que nuestro Padre tiene preparadas para ti.
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Nos gustaría agradecer a Isaac Pineda por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://isaacpineda.me/unete-a-teleios/