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Sé Libre Del EnojoMuestra

Sé Libre Del Enojo

DÍA 2 DE 5

En lo que meditamos, en eso nos convertimos.

La Palabra de Dios es nuestra, ¿lo habías considerado? Dios te ha dado sus palabras para que las hagas tuyas y ha enviado a su Hijo (la Palabra viva) para que imites su vida y veas cómo se ve ponerla en práctica. Muchos dicen que Jesús se enojó cuando volcó las mesas en el templo y dijo que su casa era casa de oración, lo cierto es que el texto no hace referencia al enojo de Jesús, lo asumimos porque volcó las mesas y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo. Así que, lejos de este evento, no encontramos una historia puntual que diga que Jesús se enojó, ni cuando le habló firme y con verdad a los fariseos (Mt 23).

Jesús es digno de ser imitado en su carácter, sobre todo, en su forma de responder y su obediencia al Padre. Continuando con nuestro pasaje de ayer, Santiago dice que debemos desechar de nosotros toda malicia e inmundicia, y que seamos hacedores de la Palabra, no solamente oidores que olvidan qué clase de personas son. Pero, ¿te has preguntado qué causa el enojo? El pecado y las pasiones que combaten dentro de nosotras (Stg. 4:1). Nosotras podemos enojarnos como respuesta al temor, al rechazo, a la vergüenza, a las injusticias, pero si investigamos más adentro lo que estamos diciendo es: yo deseo, exigo, demando o no acepto. Así que las mayores causas son el egoísmo y el orgullo que terminan castigando con palabras iracundas, gestos hirientes o una cara de decepción que se convierte en tiempos largos de silencio. Esto no puede ser entre los hijos de Dios.

No conseguir lo que deseamos no es una injusticia, pero si respondemos en enojo, pecamos, ¿por qué? Porque queremos las cosas a nuestra manera y lo que deseamos se vuelve la pasión más grande que queremos alcanzar. Entonces, en vez de confiar en Dios, actuamos irracionalmente sin detenernos a meditar en lo que ha sucedido para ver con más claridad la situación.

El enojo es algo que elegimos. Alguien dirá que no es así, pero la realidad es que simplemente nos hemos habituado a responder de esta manera, así que nuestro cuerpo sigue la narrativa de nuestra mente. La Palabra de Dios sería insuficiente si no fuera la solución para este pecado que sientes. A medida que su Palabra habita más en ti, tu mente se va renovando para que actúes con sabiduría cuando suceda algo que te moleste. Por eso, Santiago nos dice que seamos hacedoras de su Palabra.

  • Aprende: ¿Qué causa el enojo?
  • Vive: Lee Génesis 4. ¿Cuál fue el semblante de Caín? ¿Acaso Dios no le dio tiempo de arrepentirse? Dios también lo hace contigo al proveerte su Palabra cada día. Ora al Señor que te ayude a ser una mujer de la Palabra y tener una mente renovada cada día.
  • Lidera: ¿Cómo puedes explicar a alguien más el enojo? Quizá puedes leerle Jonás 1 como ejemplo.

Oración

Señor, ayúdanos a caminar en la paz que tu Palabra nos provee. Perdónanos porque nos hemos tratado como si fuéramos un robot al no tener control sobre el enojo. Podemos dominar el enojo por el poder del Espíritu Santo en nosotras, ayúdanos, Señor. En Cristo. Amén.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Sé Libre Del Enojo

El enojo es insensato porque solo causa división y más pecado, en cambio la humildad nos ayuda a ver una situación objetivamente.

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Nos gustaría agradecer a Reformadas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.reformadas.com