Si Dios Me Perdonó, ¿Quién Soy Yo Para No Perdonarme?Muestra

“La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar” (1 Juan 4:18 TLA)

Padre Amoroso y Tierno: Gracias porque una y otra vez me dejas ver cuánto me amas, eres especialista en aparecer cuando más te necesito y aunque en ocasiones pareciera que tardarás en responder, sé que tienes todo bajo control y jamás dejarás que yo perezca. Cada día Tu Espíritu me alienta, anima y fortalece para seguir creyendo y descansando en ti.

Saber que me amas no porque lo merezco, sino por pura gracia, me permite ser libre de la frustración y la culpa de fallarte por mi debilidad y vivir sintiendo temor a tu rechazo o a tu castigo, y me anima a dejar que sea tu Espíritu el que me guíe y no el orgullo de mi propio auto esfuerzo.

Es tu gracia lo único que me califica para ser bendecida, pues fue en la Cruz donde Cristo pagó el precio para darme paz, sanidad, perdón incondicional, protección y dirección. Tú alimentas mi corazón y mi mente a través de tu Palabra y la revelación de tu Espíritu para cultivar una fe inquebrantable, donde el temor se disipa y la paz de saber que soy tu hija amada, me permite descansar en tu perfecto amor y expresar ese amor y gracia a otros.

Gracias Señor, porque tú sabes cuan frágil es mi mente, y mi enemigo el diablo aprovecha esta debilidad para bombardearme con preocupaciones, culpa, resentimiento, temor, y confusión; más puedo fortalecerme en tu amor y en la verdad de que ahora tengo la mente de Cristo y ya el enemigo no tiene poder ni sobre mi vida, mi salud, mis finanzas o mis relaciones.

¡Si Tú estás conmigo quién contra mí!

En el precioso nombre de Jesús Amén