El CaminoMuestra

Una invitación y el tesoro

En la lección anterior, vimos dos maneras diferentes en que las personas descubren el tesoro espiritual según Jesús. Algunas personas pasan toda su vida buscándolo, mientras que otras simplemente tropiezan con él. Una se basa en la curiosidad y la determinación, mientras que la otra parece más aleatoria o casual. Esta es una buena descripción de lo que muchos experimentan cuando exploran la vida, las enseñanzas y las afirmaciones de Jesús. Pero Jesús enseña más tarde que hay otra fuerza que actúa en segundo plano. Una fuerza que a menudo no reconocemos o ni siquiera percibimos.

Juan 6:44 a dice que Dios Padre "atrae" a la gente hacia Jesús. Lo que a menudo interpretamos como nuestra propia curiosidad, podría ser Dios atrayendo nuestra atención hacia Jesús. Lo que vemos como un suceso casual, puede ser un encuentro cuidadosamente planeado por el Padre. Nos resulta extraño creer que Dios nos persigue a nosotros, y no al revés. Muchos de nosotros no sentimos que valemos la pena de ser perseguidos. Y, sin embargo, estás aquí exactamente porque Dios te ha invitado a estar. ¿Qué pensamos de esta invitación? ¿Qué es exactamente lo que Dios nos invita a ver, oír o creer sobre Jesús? He aquí una explicación del "Evangelio" (la buena nueva) de Jesús.

Romanos 3:22-25 a lo explica bien. Somos liberados del quebrantamiento y las consecuencias del pecado a través de la fe en Jesús. No hay mayor tesoro conocido por el hombre, que ser restaurado por Dios de vuelta a Su diseño para llegar a ser lo que realmente fuimos hechos para ser. Dedicaremos algún tiempo a desentrañar esto en los próximos días. Hasta entonces, intenta pedirle a Dios (con tus propias palabras si lo prefieres) que te ayude a saber si lo que has leído y visto es verdad.

Oración

"Dios, si me estás invitando a creer algo sobre Jesús, ayúdame a entender qué es y cómo responder a ello. Amén".