El Viaje a Nuestro Hogar: El Cielo: La aventura de nuestra vida.Muestra

Existen muchas promesas que Dios nos da para nuestro viaje. Sin embargo, deseo destacar dos que considero son especiales para tomar en cuenta para nuestro viaje.

Dios nos guiará: El salmista nos transmite un destello del corazón de Dios para con sus hijos al expresar: “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará” (Salmo 37:5).

El pastor Rick Warren nos resume esta promesa de la siguiente forma: “Aquí hay cuatro cosas que Dios hace a través de las Escrituras para transmitir esa herencia espiritual:

Él te enseña: Dios te muestra el camino que debes seguir.

Él te reprende: Dios te muestra cuando estás fuera del camino.

Él te corrige: Dios te muestra cómo puedes volver al camino.

Él te entrena: Dios te muestra cómo puedes mantenerte en el camino.

Conforme Dios te enseña, reprende, corrige y entrena, estarás equipado para la vida que Él ha planeado para ti. ¡Podrás reclamar y disfrutar tu herencia espiritual!

Dios nos guardará: Filipenses 1:6 que dice: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo …”.

Jesucristo fue claro en su mensaje para nosotros en el sentido de que durante el viaje a nuestro hogar tendríamos aflicción, nos enfrentaríamos a pruebas, seríamos tentados y en ocasiones caeríamos.

Pero podemos estar seguros de que la obra que Dios empezó la finalizará, lo que nos garantiza que, si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, llegaríamos a nuestro hogar: el cielo.

Paul Tripp nos dice al respecto que: “Dios nos recuerda que esto no es todo lo que hay, que fuimos creados y recreados en Cristo Jesús para la eternidad. … Piensa en esto: si Dios ya te ha otorgado un lugar en la eternidad, entonces también te ha otorgado toda la gracia que necesitas para el camino; o de lo contrario, nunca llegarías. Hay gracia para nuestros corazones volubles y fácilmente distraídos. Hay rescate para nuestra auto-absorción y falta de enfoque. El Dios de la eternidad te otorga Su gracia eterna para que puedas vivir con la eternidad en mente”.

Nuestra fe nos debe motivar a decir lo que el evangelista Billy Graham expresó en algún momento de su vida: “Algún día leerás o escucharás que Billy Graham está muerto. No creas una palabra de eso. Estaré más vivo de lo que estoy ahora. Simplemente habré cambiado mi dirección. Habré ido a la presencia de Dios”.