Como Cristianos… Ayudamos A La Gente… A Ir Al CieloMuestra

Como cristianos...

Nuestro servicio como cristianos descansa en el fundamento de nuestra identidad en Cristo. El poder de Dios siempre acompaña a su voluntad, ¿recuerda? Y cualquier impacto que tengamos proviene de su poder. Esto significa que, para un impacto duradero, mi personalidad, mis talentos y mi experiencia son secundarios a mi identidad en Cristo. Como dijo el novelista escocés George Mac-Donald: «En aquello que el hombre actúa sin Dios, deberá fracasar miserablemente o tener éxito más miserablemente».¹

Segundo, como cristianos, Cristo nos ha perdonado. Eso nos impulsa a generar un impacto. Después de haber recibido lo que hemos recibido, ¿cómo podríamos quedarnos sentados en la banca cuando se está jugando un partido tan importante? Segunda de Corintios capítulo 1, dice que somos consolados para consolar a los que están en aflicción, dándoles el consuelo con que somos consolados por Dios. Con frecuencia, la falta de impacto en nuestra vida tiene su raíz en no comprender a cabalidad el impacto de la salvación de Cristo. Los cristianos pasivos son los que no han pasado tiempo descubriendo todo lo que Dios ha hecho por ellos. Su pensamiento es que Jesús ha cambiado su moralidad, y dónde pasan sus mañanas dominicales, pero no su visión del mundo. La cruz nos lleva de las tinieblas a la luz, no de la oscuridad a la sombra. Somos nuevas criaturas en Cristo, por lo tanto, en su poder —cambiados por Él—, damos el paso en fe para marcar una diferencia.

Scotty Sanders es un ejemplo moderno de esto. Siendo hija de un pastor, se alejó de la voluntad general de Dios y se convirtió en cantante en Las Vegas. Luego se casó con uno de los golfistas más famosos de entonces. Con el tiempo, Scotty reconoció que su vida se había tratado de ella y no de Cristo. Cuando despertó a lo que Cristo había hecho verdaderamente en su corazón, regresó a Cristo. Al experimentar con su corazón compasivo, empezó a servir a los pobres. Al vivir en la voluntad general de Dios, su voluntad específica se hizo clara. Hoy, veinte años después, Scotty es la directora de los esfuerzos de ayuda al necesitado de nuestra iglesia. La vida es inconmensurablemente distinta para Scotty, en gozo y propósito. Ella sirve en las fuerzas de Cristo, rindiéndose cada día a Él por el cambio que Dios ha hecho en ella.

Notas
1. George MacDonald, Unspoken Sermons, serie 2 (Charleston, SC: BiblioBazaar, 2006), p. 248.

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