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El engaño de SatanásMuestra

El engaño de Satanás

DÍA 1 DE 5

La confianza: cohesión de la relación

Para comprender el alcance del plan de redención de Dios, debemos visitar el Jardín del Edén en Génesis, el libro de los comienzos. Contiene el registro de la creación divina de los cielos y la tierra, de todo ser viviente, y el comienzo de la historia humana. Adán y Eva fueron hechos a imagen de Dios y colocados en el Jardín del Edén, que Él diseñó amorosamente para ellos. Dios les proporcionó vegetación, sus creaciones vivas y portadoras de semillas, que debían cuidar y que les sustentarían.

Adán y Eva fueron creados con la capacidad de tomar decisiones morales. Al hacerlo, Dios les confirió una gran dignidad. El amor les dio opciones. Podían elegir obedecer o desobedecer. Su elección estaba motivada fundamentalmente por su actitud hacia Dios. ¿Era Él fiable? ¿Se podía confiar en Él? ¿Debían sospechar de su interés?

El elemento cohesivo de esta conexión amorosa entre Dios y el ser humano era la confianza. La fuerza o la coacción no podían mantener ese vínculo. Dios confió a Adán y Eva su aliento, su vida y su Palabra. Les dotó de su naturaleza, su autoridad y su poder de procreación. Confió en que el hombre y la mujer cuidarían del Jardín del Edén y de todo lo que Él había creado, poblarían la Tierra con personas semejantes a Dios y juntos reflejarían su imagen.

Dios juzgaría las actitudes y acciones de Adán y Eva. Debían confiar en su integridad y bondad. Debían confiar en Dios como Él confiaba en ellos. Su obediencia sería la prueba de su absoluta confianza y dependencia de Él. La única prohibición de Dios a Adán y Eva fue que no comieran del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Todo lo demás les era dado. No les faltaba nada.

Todo lo que había sido creado para funcionar en una perfección armoniosa se volvió fracturado y defectuoso. ¿Qué ocurrió? Una sombra amenazante se posó sobre la belleza y la pureza de la presencia viva de Dios con los humanos. La serpiente, un ser creado que se había rebelado contra Dios, se infiltró en el Jardín del Edén para oponerse a los propósitos de Dios en la Tierra. Satanás no tenía supremacía ni poder espiritual de control sobre Adán y Eva, a menos que pudiera inducirles a cuestionar la Palabra de Dios y a desobedecerle, cosa que hicieron. Su confianza era defectuosa.

Dios, gracias por amarme lo suficiente como para darme opciones. Hoy te corresponderé confiando en tu integridad y bondad.

Día 2

Acerca de este Plan

El engaño de Satanás

El tercer capítulo de Génesis expone la artimaña de Satanás para frustrar el diseño original de Dios para la humanidad en relación consigo mismo y con el resto de la creación. El engaño de Satanás marcó el comienzo del sufrimiento humano. Esta meditación de cinco días te ayudará a descubrir cómo Dios proveyó la restauración de esa relación original que quería tener con sus hijos.

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Queremos dar las gracias a la Dra. LaDonna C. Osborn y a Osborn Ministries International (OMI), en colaboración con El Centro Network, por facilitarnos este plan devocional. Osborn Ministries busca expresar y propagar el evangelio de Jesucristo a todas las personas del mundo. Para más información, visita: https://osborn.org/ y http://www.elcentronetwork.com.