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Practicar la Cena del Señor: Reconocer el sacrificio y el señorío de Jesús en tu vida

Dios diseñó nuestro cuerpo para dar significado y memoria a las experiencias sensoriales. Piensa en ello. ¿Sientes nostalgia cuando hueles tu comida casera favorita, o te angustias cuando ves algo que te recuerda una mala experiencia?

Cuando Dios te creó, sabía que los recordatorios físicos atraerían continuamente tu atención y afecto hacia los recuerdos a los que necesitas aferrarte. Por eso, cuando Jesús estaba preparando a Sus seguidores para el momento más significativo de la historia—Su muerte, sepultura y resurrección—les dejó una experiencia tangible para que pudieran ensayar el momento una y otra vez.

Llamamos a esta experiencia la Cena del Señor (Lucas 22:7-20). Durante la última cena de Jesús con Sus seguidores antes de Su muerte, tomó el pan de la mesa y lo partió con las manos como símbolo de lo que pronto sucedería con Su cuerpo en la cruz. Luego vertió vino de una jarra en una copa que todos compartirían, diciendo que el vino sería como Su sangre que Él derramaría voluntariamente para que nuestros pecados pudieran ser perdonados.

Después de que Jesús ascendiera al cielo y Sus seguidores formaran la Iglesia, recordaron lo sucedido a Cristo comiendo pan y bebiendo vino juntos (Hechos 2:42). Pablo instruye a la iglesia a hacer esto para recordar lo que Jesús hizo por ellos (1 Corintios 11:23-29).

Hoy continuamos con este ritual de recuerdo. Cada vez que rasgamos el pan con las manos, no podemos evitar recordar por qué hubo que rasgar el cuerpo de Cristo en primer lugar. Cada vez que vertemos el vino y lo bebemos, nos vemos obligados a recordar que la sangre de Cristo fluyó libremente cuando colgó de la cruz para pagar por nuestro pecado. Al hacerlo, nuestra gratitud por Su amor se renueva y nuestro compromiso con Su señorío se fortalece.

¿Has experimentado alguna vez este acto de recuerdo? Si no es así, anímate a buscar un grupo de otros creyentes con los que puedas compartir esta experiencia. Considera la posibilidad de utilizar la siguiente oración.

Oración

"Dios, gracias por todo lo que Jesús pasó para que yo pudiera tener una relación contigo. Tú mereces todo lo que yo pueda darte: todo de mí. Gracias por esta manera de recordar Tu amor y sacrificio por mí. Ayúdame en los días en que soy propenso a olvidar".

Explora a tu ritmo

Algunos de los primeros seguidores de Jesús tuvieron problemas con la importancia de la Cena del Señor. Echa un vistazo al pasaje de hoy en 1 Corintios 11:28-34, y considera lo que Pablo estaba advirtiendo a la iglesia de Corinto en sus instrucciones sobre cómo hacer la Cena del Señor.