La VidEjemplo

Hacer discípulos

Tómate un momento para pensar dónde estás. Mientras lees esto, estás en un lugar concreto en un momento concreto de la historia. Y, sin embargo, el Evangelio ha viajado a través de la geografía, la cultura y 2.000 años para llegar hasta ti, donde estás ahora. La Buena Nueva ha sobrevivido al ascenso y la caída de las potencias mundiales, a la persecución implacable y a personas que han intentado rehacerla a su propia imagen.

¿Cómo?

Porque hombres y mujeres fieles de todos los tiempos se han tomado en serio el encargo de Jesús a todos los creyentes: "Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que yo os he mandado" (Mateo 28:19-20).

En los próximos días exploraremos qué es lo que hacen y enseñan los discípulos de Jesús. Dios nos ha encomendado revertir el quebrantamiento del mundo emulando la vida y el mensaje de Jesús. Para ello, no sólo compartimos el Evangelio, sino que nos dedicamos a enseñar a los nuevos creyentes lo que significa seguir a Jesús. Piensa en cómo Jesús modeló esto para nosotros: Pasó mucho tiempo con aquellos a los que quería enseñar. Compartía las comidas con ellos (Juan 21:10-14), hacía cosas cotidianas con ellos (Juan 2:1-2) y los corregía cuando no entendían su misión (Mateo 19:13-14). Su ejemplo es una buena noticia en el sentido de que hacer discípulos no tiene por qué ser excesivamente complicado o programado. Simplemente tenemos que invertir el tiempo y la sabiduría que Dios nos ha dado para ayudar a otros a crecer en su fe y madurez (2 Timoteo 2:2).

Considera a quién ha puesto Dios en tu vida en quien puedes invertir. No debes tenerlo todo resuelto antes de hacerlo. De hecho, los discípulos de Jesús continuaron aprendiendo y madurando incluso mientras enseñaban a otros (Gálatas 2:11-14). Comiencen estudiando juntos un pasaje de las Escrituras. Compartan las comidas, hagan cosas de la vida ordinaria y anímense a ayudarse a crecer en madurez.

Oración

"Dios, gracias por todos los que han invertido espiritualmente en mí. ¿Me ayudarías a ver a quién has puesto en mi vida para que pueda derramar en él? Mientras permanezco en Ti, ayúdame a voltear e invertir en otros lo que Tú me has dado".

Explora a tu ritmo

En las próximas lecciones analizaremos cinco ritmos de vida de los discípulos de Jesús: dar, adorar, servir unos a otros, rendir cuentas y crecer en el liderazgo. Lee Hechos 4:32-35 para identificar esos ritmos en las primeras reuniones de creyentes.