Mi gran bocotaMuestra
Donde quieras ir
Respira profundo e imagina este momento. Estás en una conversación con gente que te interesa. Todo genial hasta que una idea salta en tu mente y la expresas segundos antes de desear haberla metido nuevamente a la boca. Tan pronto como tus palabras salen de tus labios, notas ojos que te miran llenos de pesar. Alguien más dice algo. Otro defiende. De pronto, tú conversación se fue donde tú nunca quisiste que vaya.
Bueno, respira otra vez. Esto no sucedió ahora pero ha sucedido antes, ¿no? ¿Por qué decimos cosas de las cuales nos arrepentimos? El autor Santiago, probablemente hermano de Jesús, emplea casi un capítulo explicando este fenómeno. Llega a esta conclusión: tu lengua es un timón.
¿Un timón? Bueno, quizá tú no viajes en barco tan seguido como lo hizo Santiago. El timón es una pieza del barco que se sumerge en el agua para darle la dirección. En términos simples, si el capitán quiere virar, hace girar la rueda de comando que dirige el movimiento del timón en el agua causando que el barco vire. Ahora imagina una nave gigante. El capitán podría mover con su mano unas pulgadas de la rueda de comando, esto moverá el timón unos pies que harán que la nave cambie su destino por cientos de millas.
Tus palabras no te llevan a algún lugar donde no quisiste ir; ellas amplifican algo que tu corazón quiere.
Si tus palabras son un timón, entonces tú eres el capitán. Jesús lo dijo claro, tu boca expresa lo que tu corazón dice. Tus palabras no te llevan donde tú no quieres ir; amplifican lo que tu corazón quiere.
Hay esperanza. Cuando tú corazón está bien encaminado, tu boca también lo estará. La salvación es la mejor evidencia. Creímos en nuestro corazón, luego lo confesamos con nuestra boca, y fuimos salvos.
En los próximos días conocerás a cuatro personas que están superando la comparación, la queja, el chisme, y la mentira para llegar al lugar donde realmente quieren ir
.Pregunta: ¿Hacia dónde quiero que vaya mi vida? ¿Cómo se dirigen mis palabras en diferentes direcciones?
Acerca de este Plan
Las palabras son poderosas. Pueden abatirnos o levantarnos. Herir o sanar. Las palabras adecuadas en el momento adecuado pueden ser exactamente lo que necesitamos oír, o decir. Aprende de cuatro personas, quienes como tú, están encontrando las palabras correctas en este nuevo Plan bíblico de Life.Church; acompañando al pastor Craig Groeschel en esta serie, Mi gran bocota.
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