Confiados en JesúsMuestra

No se turbe tu corazón

Es normal que en tiempos de prueba nuestro corazón se turbe; los motivos pueden ser por diferentes circunstancias: persecución, una enfermedad, unos hijos rebeldes, dificultades en el matrimonio, crisis financiera, problemas laborales, etc. normalmente las adversidades que enfrentamos, en ocasiones pueden verse como un mar bravío que intenta arrastrarnos a la profundidad de sus aguas para ahogarnos. Sin embargo, por más bravío que sea el mar de las dificultades que intentan agobiarnos, la confianza que tenemos en Jesús es el salvavidas de poder que nos protege de esas aguas turbulentas.

Podemos tomar esta analogía como ejemplo; normalmente la agitación que se genera por causa de la preocupación o la angustia que podemos sentir en algunos momentos, puede compararse con la turbación de las aguas y los estragos que ocasionan. Si en momentos de tribulación nos enfocáramos en la turbación del corazón, lo más seguro es que terminemos enredados y ahogados en la profundidad de sus trampas; porque en realidad, el temor, la angustia, la ansiedad y la preocupación que se generan a raíz de lo que podamos enfrentar, se convierte en una trampa en la que podemos quedar atrapados. Sin embargo, cuando determinamos poner nuestra confianza en Jesucristo, por más dura que sea la prueba, esa turbulencia poco a poco pierde poder y autoridad sobre nosotros.

Es el Nombre de Jesús, quien Es Él, nuestra seguridad y nuestro refugio en tiempos de angustia. Nuestra confianza está en las promesas que por su Nombre han de cumplirse en nosotros; es más, en las promesas que aun en medio de la prueba se cumplen en nuestro favor.

Él pasó por pruebas aún mayores que las nuestras y sabe perfectamente cómo puede sustentarnos en tiempos de adversidad y de peligro. Él es la esperanza de salvación en todo tiempo; jamás hemos de ser abandonados a la destrucción; por la fidelidad de su Nombre, el Espíritu que nos sustenta jamás ha de ser derribado.

No se turbe tu corazón, mira a Jesucristo, mira al Padre a través de Él; confía en su Nombre, en quien Es. Nada puede apagar su Luz, no hay poder que pueda vencer su Poder.