El Regalo Del PerdónMuestra

Prepárate para tu encuentro

Está claro que para perdonar debemos tomar la decisión de hacerlo de todo corazón. Nuestros sentimientos y emociones pueden influir en las acciones que tomamos, pero recordemos que Dios nos ha dado dominio propio y tenemos al Espíritu Santo de nuestro lado. Ya fuiste perdonado por Jesucristo, pero ahora te va a tocar perdonar a esa persona.

No caigamos en el papel de “víctima" porque nos va a cegar y no nos dejará ver que somos responsables de nuestras propias acciones. Recordemos que Jesús le dijo a esa mujer adúltera: “Levántate y no peques más”. Fue el único requisito que Jesús le dio; porque Dios no va a perdonar a esa persona que no quiere ser perdonada, al que no quiere arrepentirse, al que está endurecido, arrogante, soberbio. A esas personas Dios no les perdona, porque simplemente no aceptan las consecuencias de sus actos ni mucho menos quieren ser quebrantados por el poder de Dios. No podemos vivir una vida en desobediencia, y a su vez pedirle a Dios que nos bendiga y responda a nuestras oraciones. Mereces descansar de todo tipo de acusación que el enemigo trae a tu mente, soltar la carga que trae la falta de perdón y abrazar la restauración de Dios, pero la decisión la tomas tú.

Ha terminado los 7 días del devocional, pero ahora viene tu parte. ¿Con quién te tienes que reconciliar? ¿A quién le tienes que pedir perdón? ¿Con quién tienes que sentarte a tener una plástica profunda? Empecemos por nuestra relación con las personas y luego vayamos a la presencia de Dios.