El Regalo Del PerdónMuestra

Restaurados por el perdón de Dios

Hay personas en la Biblia que necesitaban ser restauradas, por ejemplo: el apóstol Pedro, un hombre que caminó por encima de las aguas y él tuvo experiencias que nunca tendremos nosotros. Fue el único hombre que recibió una palabra de alabanza en público por parte del Maestro. También vio la transfiguración de Jesús junto a Moisés y Elías. Pedro pudo pagar impuestos después de sacar una moneda al primer pez que pescó. Pero en una ocasión en que se vio confrontado, negó al Señor y, cuando Jesucristo resucito y se encontró con Pedro, le hizo esa famosa pregunta: "Pedro, ¿me amas?". Hasta la tercera vez se da cuenta y es ahí donde Jesús le está restaurando. Tres veces me negaste, tres veces confiesa que me quieres.

Jesús lo tuvo que restaurar, porque si mi corazón no está sano por el perdón de Dios, no puedo ser usado en la obra del Señor. Lo que quiero que tú entiendas es que, así como Pedro caminaba con Jesús y le falló, Él también puede restaurarte a ti. Tal vez nadie confió en una persona que negoció al Señor, pero Jesús le volvió a restaurar y ahora Pedro predicaba el Evangelio siendo testigo del poder de Dios en diferentes partes del mundo. Es triste encontrarnos con personas heridas que dan a entender que todo va bien y todo lo tienen superado cuando en realidad no es así. Dios quiere sanar tu corazón, te entiende, sabe de tu corazón roto y Él es el único que puede arreglarlo, porque el poder de Dios te libera y te restaura.