Perspectiva evidencial

Como nuestra cosmovisión se origina en el corazón, el segundo nivel de conciencia de la cosmovisión se encuentra en la mente. Aquí, nuestras pruebas (evidencias y lógica) apoyan las creencias de nuestro corazón y dictan el por qué y el cómo las compartimos. Por fe, decidimos el "PORQUÉ" de una cuestión, y luego buscamos los "QUÉ" que validan, contextualizan y afirman nuestro punto de vista. Esta es la etapa en la que a menudo se produce la justificación: La mente justifica lo que el corazón ha elegido.

El proceso de recopilación de pruebas está inevitablemente influido por nuestras presuposiciones. Aunque gran parte del proceso de justificación tiene lugar en el ámbito de nuestros pensamientos, se extiende más allá de la filosofía y las ideas abstractas. Nuestra percepción del mundo físico influye mucho en las pruebas que observamos o buscamos activamente. Siempre podemos encontrar pruebas si las buscamos. Por ejemplo, cuando compramos un automóvil nuevo, de repente nos fijamos en ese tipo de autos por todas partes; aunque esos coches siempre han estado presentes, ahora nuestra atención se centra en ellos, lo que nos permite reconocer la evidencia.

Las pruebas físicas nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea (el QUÉ), pero se quedan cortas cuando se trata de ofrecer explicaciones fiables del PORQUÉ. El concepto de creación es un ejemplo clásico. Aunque la ciencia puede aportar valiosas ideas sobre el QUÉ de nuestro universo -como la existencia y el funcionamiento de las estrellas, los planetas, el clima, las plantas y los animales-, carece del marco necesario para abordar las profundas cuestiones del PORQUÉ.

Responder a las grandes preguntas del PORQUÉ de la vida ocurre individualmente en el nivel presuposicional del corazón. El nivel evidencial de la mente es donde posteriormente analizamos y proyectamos nuestra interpretación de la verdad. Como cristianos, nuestro objetivo es alinearnos con la verdad suprema, reconociendo que la verdad está personificada en última instancia en Jesucristo (Juan 14:6).

Este proceso es fundamental para administrar nuestra relación con Dios y cumplir sus propósitos en nuestra vida. Todos estamos llamados a la evangelización y a hablar la verdad, motivados por el amor. A medida que aumentamos nuestra comprensión de la cosmovisión, no sólo mantenemos nuestra fe, ¡sino que también nos capacitamos para compartir nuestra fe con los demás!

Pero, en vuestros corazones, santificad a Cristo como Señor. Estad siempre preparados para dar una respuesta a todo el que os pida razón de la esperanza que tenéis. Pero háganlo con mansedumbre y respeto (1 Pedro 3:15).

Pensamiento del día: La evidencia y la lógica son herramientas que Dios nos ha dado y deben someterse a Él y a su realidad final. Cuando defendemos nuestra fe, debemos estar preparados con respuestas para nuestras creencias, mientras buscamos comprometer a otros a nivel del corazón.