La cosmovisión presuposicional

Todo el mundo tiene una cosmovisión formada por supuestos básicos llamados presuposiciones; ¡existen tanto si una persona es consciente de ellos como si no!

Definición de "presuposición" (pre = antes; suponer = pensar): Suposiciones en las que se basa todo pensamiento y que conforman nuestra cosmovisión; una agenda, consciente o inconsciente, definida o indefinida.

Todos estamos en el viaje de la cosmovisión y lo empezamos bajo la influencia de numerosos factores, como nuestra familia, cultura, experiencias, personalidad y otros elementos circunstanciales. Nuestra cosmovisión se construye a partir de nuestras presuposiciones subyacentes. Dado que estas suposiciones subconscientes son las que tienen un impacto más profundo en nuestras vidas, ellas determinan el grado de influencia que todo lo demás tiene sobre nosotros.

Los presupuestos son decisiones del corazón. La cosmovisión empieza en el corazón y luego pasa a la mente.

"La mente justifica lo que el corazón ha elegido" (Dennis Peacocke).

Este es el veredicto: La luz vino al mundo, pero los hombres amaron las tinieblas en lugar de la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que hace el mal odia la luz y no quiere salir a la luz por miedo a ser descubierto. Pero el que vive de acuerdo con la verdad sale a la luz, para que se vea claramente que lo que ha hecho, lo ha hecho a los ojos de Dios (Juan 3:19-21).

La esencia de cómo vivimos y formamos opiniones reside en nuestro corazón, donde se origina nuestra capacidad de amar y odiar. El amor y el odio son palabras del corazón, no de la cabeza. La cosmovisión de una persona no empieza en el nivel del intelecto, sino en el del corazón. La Biblia habla de nuestros corazones como el trono de nuestros afectos y lealtades:

Por encima de todo, guarda tu corazón, porque todo lo que haces fluye de él (Proverbios 4:23).

Nuestras lealtades preceden a nuestros pensamientos y están sustancialmente influidas por el "panel de expertos" en el que hemos decidido confiar; estas motivaciones presuposicionales, a menudo inconscientes, guían directamente nuestros pensamientos, sentimientos y opiniones.

Nuestros presupuestos y nuestra cosmovisión determinan nuestra visión de la realidad, desde cómo analizamos la información hasta dónde ponemos nuestra atención. Nadie es neutral a la hora de interpretar los datos o presentarlos a los demás. Podemos distanciarnos de la información, pero es imposible ser totalmente neutrales ante ella.

Entonces, ¿cómo podemos determinar qué hay detrás de nuestras propias creencias, de las creencias de los demás y de los problemas del mundo actual? Cualquier cuestión compleja puede entenderse remontándose a las creencias subyacentes sobre uno o cualquier combinación de los tres presupuestos fundamentales (axiomas) mencionados en el segundo día sobre la naturaleza de Dios, la naturaleza del hombre y la naturaleza de la verdad.

Esta sencilla herramienta le ayudará a descubrir las creencias fundamentales que sustentan todas las grandes cuestiones de la vida, desde los asuntos personales hasta la política y todo lo demás. Entrenarnos para ser conscientes de estas creencias fundamentales nos permite alinear nuestras convicciones más plenamente con la verdad de Dios, y nos equipa para participar en conversaciones significativas y en una evangelización eficaz con los demás.

Pensamiento del día: Nuestras lealtades preceden a nuestros pensamientos y están directamente influidas por el "panel de expertos" en el que hemos decidido confiar; estas motivaciones presuposicionales, a menudo inconscientes, guían directamente nuestros pensamientos, sentimientos y opiniones.