Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Dios, yo y nosotros Parte 2Muestra

Dios, yo y nosotros Parte 2

DÍA 1 DE 5

Es hora de reiniciar

¿Alguna vez has viajado en un avión? Si es así, piensa en esos momentos en los que escuchaste las instrucciones de seguridad. Siempre destaca una frase: «En caso de emergencia, asegura tu propia máscara de oxígeno antes de ayudar a otros». Esta instrucción no es egoísmo, es sabiduría. En nuestra exploración de «Dios, yo y nosotros», nos ponemos máscaras de oxígeno espirituales. Descubriremos lo que Dios ha hecho por nosotros, quiénes somos en Cristo y por qué esto es importante. No estoy hablando de autoayuda, se trata de comprender la obra de Dios en nosotros para que podamos ayudar mejor a los demás. Hoy nos sumergimos en la sabiduría de conocer a Dios y conocernos a nosotros mismos.

El libro de Zacarías es una parte fascinante de la Biblia. ¿Sabías que el Nuevo Testamento hace referencia o cita a Zacarías la asombrosa cantidad de 41 veces? El nombre de Zacarías significa «Yahweh recuerda».

En Zacarías 3, vemos una escena en la cual Josué, el sumo sacerdote, está en presencia del Ángel del Señor y de Satanás, quien solo está ahí para acusarlo. Luego, Dios interviene y declara su perspectiva sobre Josué. Los acontecimientos narrados en este libro sucedieron alrededor del año 500 a. C., unos mil años después del Josué más famoso, el de la época de Moisés. En esta narración, este Josué es el sumo sacerdote. Su historia tiene profundas implicaciones para cada uno de nosotros. A menudo nos enfrentamos a mentiras sobre nuestra identidad y situación. Para comprender verdaderamente la obra de Dios en nuestras vidas, debemos elegir creer lo que Dios dice sobre nosotros.

Zacarías 3:1 (NTV) pinta un cuadro vívido. Josué, el sumo sacerdote, está ante el Ángel del Señor mientras Satanás lo acusa. La respuesta de Dios en los siguientes versículos es poderosa: «Yo, el Señor, rechazo tus acusaciones, Satanás. Así es, el Señor que eligió a Jerusalén te reprende». Luego nos presenta una verdad contundente sobre Josué: «Este hombre es como un tizón en llamas que ha sido arrebatado del fuego». Esta escena simboliza la salvación y la redención.

Josué, vestido con ropas sucias, representa nuestra condición espiritual ante Dios. El Ángel del Señor da una orden transformadora: «Quítenle esa ropa sucia». Él proclama: «¿Ya ves? He quitado tus pecados y ahora te voy a dar esta ropa nueva y fina». ¡Qué magnífico intercambio!

El versículo cinco refuerza esta transformación cuando se coloca un turbante limpio sobre la cabeza de Josué. El ángel declara la restauración y renovación de la identidad de Josué, mientras el Ángel del Señor permanece cerca, supervisando el extraordinario proceso.

En esta historia, se nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas. Así como Josué fue redimido y transformado, nosotros también podemos experimentar el poder de la obra de Dios en nuestras vidas. Aceptar lo que Dios dice sobre nosotros es crucial para comprender su obra. Mientras continuamos en esta serie, pongámonos nuestras máscaras de oxígeno espirituales, seguros de nuestra identidad en Cristo y listos para ministrar a los demás desde un lugar de verdad y gracia.

Escrituras

Día 2

Acerca de este Plan

Dios, yo y nosotros Parte 2

¿Con qué frecuencia te sientes derrotado o avergonzado en tu caminar con Dios? Cuando nos damos cuenta de que Dios aclarará las cosas a pesar de cualquiera de las acusaciones del enemigo, tenemos esperanza a través de nuestras pruebas y el deseo de seguirlo obedientemente por su preciosa gracia.

More

Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org/