La Voluntad De Dios Se Trata De DiosMuestra
El corazón compasivo de un Padre
Dios es compasivo y afectuoso. Podemos pensar, incorrectamente, que es más como un cruel capataz y nos imaginamos que, si seguimos su voluntad, va a ser como un traficante de esclavos que nos va a exigir: «Ve más. Haz más. Sé más. Da más». Pero Dios ve y escucha el clamor de su pueblo y se preocupa por ellos. En el momento en el que Dios se le aparece a Moisés en la zarza ardiente, los israelitas ya han estado en esclavitud durante ¡cuatrocientos años! Pero Dios vio, escuchó y tuvo compasión de su pueblo.
Si te imaginas a Dios como inmisericordemente exigente, entonces tu imagen del Padre está distorsionada y necesita ajustes. Él tiene una gran compasión por nosotros. Tiene compasión de nuestras codicias, de nuestras adicciones, de nuestros pensamientos secretos, de nuestras inseguridades. ¡Extraordinariamente, se preocupa por nosotros incluso con respecto a las cosas que no aprueba y que no causó! Si somos honestos, deberíamos admitir que muchas de las heridas de nuestra vida suceden cuando decidimos ignorar a Dios y seguir nuestro camino. Esperamos a que Dios no esté mirando, o a que, por lo menos, parpadee y no vea nuestra decisión premeditada de pecar. Lo desairamos, y obstinadamente seguimos nuestra voluntad para terminar en un mundo de dolor. Entonces Dios dice: «Te amo. Siento compasión por ti. Voy a buscarte».
La compasión ha sido llamada «una consciencia solidaria por las aflicciones de los demás con el deseo de aliviarlas». Pero Dios no solamente nos mira y dice: «Pobrecillos, siento tanta lástima por ellos. Desearía poder hacer algo». ¡No! Él ve nuestras luchas con el pecado, con el ego y con nuestras circunstancias, y dice: «¡Cuánto me duele cuando mis hijos sufren! Voy a hacer algo por ellos, a pesar de que no se lo merezcan. Aunque no me lo pidan».
Su compasión por los hijos de Israel, fue más allá de los sentimientos o emociones. Como afirma V. Raymond Edman: «La compasión de Dios [...] es demostrada por actos definidos para testificar sobre su pacto con Israel. La compasión de Dios se acerca al desastre que tú y yo hacemos de nuestra vida y nos abraza, nos ama y nos rescata. Eso es lo que hace Dios».
Con el compasivo corazón de un padre, Dios ofrece su amor en medio de tiempos difíciles. Y nos pide hacer lo mismo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando nos hacemos el propósito de conocer a Dios antes que su voluntad, encontramos que el omnipresente y todopoderoso Dios del presente eterno, es también un Padre amoroso y compasivo. Como consecuencia natural de conocer a Dios llegamos a conocer su voluntad y entendemos que junto con ella, el Señor nos da su provisión y un destino inmejorable. No obstante, la verdadera esencia de conocerlo y su voluntad, es adorarlo.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en:http://www.bakerpublishinggroup.com/ y http://elcentronetwork.com/ y https://houstonsfirst.org/