¿Y, qué tal tu convicción?Muestra

El Señor nos confortó cuando dijo: En el Mundo tendrán aflicciones, es decir, habrá problemas, dificultades, necesidades, van a caer, pero también dijo; no se preocupen porque yo he vencido al mundo, yo ya peleé tu batalla y la gané por ti, solo te toca creerme.

En algunas ocasiones sentimos la necesidad de dejar todo y volver atrás, porque creemos que ya no vamos a salir de esa situación difícil en la que nos encontramos, aunque en el pasado hayamos visto un milagro o varios de parte de Dios como lo vio el pueblo de Israel. Cuando pasemos por esto, es el momento en que tenemos que recordar cómo fue que conocimos al Señor, de dónde nos sacó, cómo nos limpió, lavó y sanó.

Recordemos los tiempos difíciles en dónde DIOS puso su mano porque clamamos a Él y escuchó, no fue indiferente y nos dio una salida. Eso va a ayudarnos a que nuestra convicción sea como la de PABLO.

Nos cuesta a veces trabajo hablarles de Cristo a las personas, y solo tenemos que contarles lo que Dios hizo en nuestras vidas, así como lo hizo Pablo.

Tenemos siempre que considerar que el enemigo siempre va a estar al asecho, pero lo podremos vencer con la armadura que Dios nos dejó.

Gracias Señor por habernos dejado tu Palabra, nos diste tu salvación, nos diste tu ESPÍRITU SANTO y nos fortaleces para que nuestra fe no sea removida y permanezcamos fuertemente unidos a Ti.