La Raíz de la AmarguraMuestra

La Raíz de la Amargura

por Rocky Fleming

El fruto de la amargura

Ojalá pudiera cultivar y cosechar las verduras de un huerto. Pero no puedo. Lo he intentado, varias veces, y lo único que puedo cultivar son malas hierbas. Tengo algún tipo de cosa anti-vegetal en mí que simplemente no lo hace, excepto esas malas hierbas que mencioné. Soy muy bueno con esas cosas. Soy un verdadero natural, porque todo lo que tengo que hacer es dejar que mi parcela de jardín haga lo que hace naturalmente. Esas malas hierbas crecen y crecen. Tengo un punto acerca de la raíz de la amargura. También es un invitado no deseado en nuestra vida. Hay que luchar contra ella para que la vida esté libre de ella.

En la otra cara de mi fracaso hortícola está nuestra ex Coordinadora de Operaciones, Becky Elliott, que es una maestra jardinera. Ella y su esposo Tony son muy hábiles con su jardín. Producen grandes cantidades de excelentes verduras. Sé por experiencia y observación que su trabajo comienza con la tierra, antes de que llegue a la cosecha. El suelo se rompe, se alimenta, se cultiva y luego se planta. Luego se nutren las plantas. El resultado son tomates y maíz jugosos y dulces, junto con muchas otras frutas y verduras deliciosas. Ahora, este es mi punto:

Jesús habló de una dinámica similar con el fruto que proviene de nuestra relación permanente con Él. También usó la metáfora "buena tierra" para describir la relación permanente con Él. La cosecha de frutos buenos y sabrosos se produce en una comunión sin obstáculos con Él. Nace de forma natural. Al igual que una planta orgánica que Él ilustró, se produce un fruto de nuestra relación saludable con Él y este fruto luego se reproduce. Es el proceso que Jesús formó, y se llama la Iglesia.

Durante los últimos 2.000 años, hemos visto un proceso orgánico que se reproduce naturalmente formado a partir de las pocas personas que se convirtieron en discípulos de Jesús en su primer año de formación, y luego enseñaron a otros lo que Él les había enseñado. Enseñó fuertemente sobre el perdón. ¿Por qué? Esto se debe a que la reproducción de malos frutos también ocurrirá si tenemos una relación equivocada con Cristo, y la falta de perdón hará esto. Dará el fruto de la amargura. Este fruto va de la ira a la indignación, de la autocompasión al egocentrismo, a muchos otros tipos de expresiones de la raíz de la amargura. Estos son ejemplos del fruto de la amargura.

Como el buen fruto, el fruto de la amargura también se reproducirá después de sí mismo. Es un hecho natural, al igual que esas malas hierbas de mi jardín de las que hablé. Si no se controla, las malas hierbas de tu vida se convertirán en tu vida, y como las malas hierbas no sirven para nada, tu vida volverá a ser la misma. Para erradicar estas malas hierbas en tu vida, debes comenzar con la tierra para deshacerte de las semillas y también para que esté sana. El proceso comienza mucho antes de que se muestre el buen fruto. Se convierte en un esfuerzo prioritario para erradicar las malas hierbas profundamente arraigadas de la amargura.

Cuando alguien está tratando de arrancar de raíz la amargura en su vida, el suelo de su vida debe ser mejorado. Aquí es donde la nutrición de la Palabra de Dios y la obediencia a sus instrucciones atacan la raíz de la amargura. Comenzamos a ver la amargura como lo hace Jesús. Es un enemigo. No hay nada bueno que pueda salir de ello. Su fruto es más amargo en las vidas que nos rodean a medida que nos convertimos en la fuente de siembra de esta planta venenosa.

A veces estoy en conflicto si la obediencia o la comprensión son lo primero. Aunque sería bueno entender por qué Dios quiere que perdonemos a los demás como Él nos ha hecho, y Su alimentación de Su Palabra nos ayuda a entender Su corazón y nuestra necesidad, supongo que caigo del lado de que la obediencia, aunque no sepamos por qué, es nuestro primer paso. Por lo tanto, si quieres erradicar esta raíz de amargura y su fruto de tu vida, comienza con identificar la fuente, perdonar a esta persona y luego preparar tu vida para el buen fruto que sigue. Mañana hablaremos de ello.