Cristo es nuestra Pascua Muestra

PASCUA ES RECIBIR VIDA ETERNA

¿Recuerdas la última de las 10 plagas de Egipto? Era la plaga de los primogénitos, claramente la más terrible de todas.

Había una sola forma de sobrevivir a esta plaga: Pintar los dinteles de las puertas con sangre de cordero.

Algo importante a tener en cuenta con esto: El símbolo de Egipto no era el cordero, sino la serpiente. Si vemos jeroglíficos, series ambientadas, pinturas, buscamos en internet; en la corona o el centro de los faraones encontraremos serpientes.

Es por esto que podríamos decir que la Pascua trata del Cordero que va a destruir a la serpiente.

Este cordero, en contraposición con los seres humanos, debía ser sin defecto. Debía ser un cordero perfecto, cualquier mancha que tuviera, dejaba al sacrificio sin efecto alguno. Es por esto que debía ser examinado de pies a cabeza por los sacerdotes ya que este debía ser sacrificado. Prestemos atención a lo siguiente: Los sacerdotes no examinaban el pecado de las personas, examinaban al cordero.

La enseñanza de esto es la siguiente:

-Sin derramamiento de sangre, no había remisión de pecados ya que en la misma está la vida.

-“La paga del pecado es la muerte “ y por esto era necesario un sacrificio que demanda la vida inocente.

¿Qué debemos aprender de esto?

La salvación no tiene que ver con aprender una guía de enseñanzas sobre la vida de Cristo en la tierra ni saber cuántos versículos memorizar para ser exitosos.

Seguramente escuchaste frases como:

-“Quiero aprender de Jesús”

-“Quiero seguir a Jesús”

-“Quiero ver a Jesús”

-“Quiero servir a Jesús”

¡Excelente! Aprendamos, sigamos, veamos, sirvamos todo lo que podamos pero esto no es Salvación. La salvación es recibir la vida eterna por la muerte y resurrección de Cristo entendiendo, aceptando y creyendo que viviremos la resurrección por causa de que el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo fue inmolado en la eternidad en nuestro lugar.

Para pensar: ¿Examinas tus fallas y las de los demás o examinas al Cordero?

Oración: Señor, hoy reconozco mis errores y acepto la vida eterna que solo viene de ti. Ayúdame a que todo lo que haga sea a partir de tu salvación y no en búsqueda de ella.

En nombre de Jesús. Amén.