Una pausa en tu vida AntologíaMuestra

Asustado de sí mismo

En cierta ocasión, un joven león sediento se acercó a un manso lago de aguas cristalinas para beber. Al acercarse, vio su rostro reflejado en el agua y pensó: ¡Dios, este lago es de este león! Debo tener cuidado con él. Se retiró atemorizado. Tenía tanta sed que regresó y allí estaba otra vez el león. ¿Qué hacer? La sed lo devoraba y no había agua más cerca.

Retrocedió, pero tal era su sed que tomó más fuerzas y abrió sus fauces amenazadoramente. Grande fue su sorpresa cuando vio que el otro león hacía lo mismo. Se alejó y luego de pensar un poco en lo que sucedía, volvió decidido a tomar en ese lago, pasara lo que pasara. Y así lo hizo; ¡al meter la cabeza en el lago, el otro león desapareció! Enfrentar los problemas y los miedos sin temor, debe ser para los hijos de Dios una decisión que no se puede aplazar. No tengamos miedo de los aparentes obstáculos; a veces con sólo enfrentarlos desaparecen. Hay personas que viven cargadas de muchos miedos dándole lugar a los espejismos. Pierden la dimensión real de los acontecimientos y fantasean con cuanta adversidad se avecina, esperando siempre lo peor. Satanás es experto en espejismos y nos hace ver los problemas más grandes de lo que en verdad son. Por eso, el consejo bíblico es resistirlo con decisión para que él huya de nosotros. ¡Haz la prueba! Moisés se quejó por una supuesta trampa de parte de Dios trayendo a Su pueblo al desierto para matarlo en manos enemigas, cuando Dios, en realidad, ya tenía la victoria pre- parada. Elías pensó que era el único profeta que quedaba con vida cuando había siete mil más. Tomás, el discípulo, estaba listo para sumarse al funeral de Lázaro cuando en realidad, Lázaro dormía. No te apresures a sacar conclusiones gobernadas por el pánico. Encomienda a Jehová tu camino, confía en Él, que Él hará.

El que le teme a su propia sombra, es porque vive lejos de la Luz.