[Recordado para siempre] Cuatro cualidades de una mujerMuestra

La oportunidad de servir

¿Alguna vez has reflexionado sobre el impacto que puede tener un individuo en el curso de la historia? En el complicado tapiz del cristianismo, se destaca la fuerza y dedicación de las primeras mujeres cristianas. Febe, en particular, es un faro de servicio y testimonio del impacto de las mujeres a lo largo de la historia.

En Romanos 16, Pablo nos presenta a Febe, una diaconisa de la iglesia de Cencrea. Él la elogia por su fe y su compromiso inquebrantable con la iglesia primitiva. A través de ella y su corazón, vemos la esencia de servicio que es de bendición para los demás.

El papel de Febe no fue meramente simbólico. El término «siervo» aquí se deriva de la palabra griega «diakonos». Si bien existe un debate sobre si esto se refiere a una posición oficial en la iglesia o simplemente a un rasgo de carácter, la evidencia se inclina hacia lo último. Febe ejemplificó el espíritu de servicio, un rasgo que debería resonar en todos nosotros, independientemente del género o la edad.

El servicio de Febe fue más allá del mero carácter. Encargada de la importante tarea de llevar la carta escrita a los romanos, desde Corinto a Roma, se convirtió en una figura estratégica en la difusión del cristianismo. No se trataba de una carta cualquiera, fue un texto fundamental, rico en teología y enseñanzas. La confianza de Pablo en Febe para entregar un documento tan vital dice mucho sobre su carácter y confiabilidad.

Imagínense el peso de esa responsabilidad. El efecto dominó de la entrega exitosa de Febe es esencial. Si hubiera fracasado, figuras como Agustín nunca habrían tenido sus experiencias transformadoras con el texto. Lo mismo que con Martín Lutero, cuya comprensión de la carta a los romanos catalizó la Reforma protestante. El avivamiento de Juan Wesley a través de Inglaterra y la obra misionera de Robert Moffat en África también remontan sus raíces a esta carta. El mensaje es claro: la dedicación de Febe aseguró el alimento espiritual de innumerables almas. Lo que ella pensaba que era pequeño, Dios lo usó para mover montañas.

Más allá de su impacto histórico, la trayectoria de Febe es un llamado a la acción para todos nosotros. Nos recuerda la importancia del servicio, de ser una bendición para los demás. Sin importar si eres madre, padre o alguien sin hijos, tus acciones pueden dejar un legado duradero. Al igual que Febe, tú también puedes ser la respuesta a la oración de alguien.

A medida que profundizamos en esta serie de devocionales, deja que la historia de Febe te inspire. Adopta una actitud de corazón servicial y recuerda que incluso los actos aparentemente pequeños pueden tener profundas consecuencias. Desafíate a ti mismo a ser un faro de servicio en tu comunidad, al hacerlo, podrías cambiar el mundo.