¡Anímate a Discipular!Muestra

EMPECEMOS HOY A VIVIR EN ARMONÍA CON NUESTRAS HERMANAS QUE TENDREMOS EN EL CIELO.

​​Cuando leo este versículo no pienso en el hoy, pienso en el cielo. Es que así será cuando estemos juntas en la Presencia perfecta de Dios: habitaremos en armonía. Llenas de óleo, vestiduras nuevas y su bendición: la vida para siempre (Sal 133:1-3). Conviviremos en una armonía perfecta porque «ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor» (Ap 21:4). Solo piensa en la mejor fiesta a la que asististe o la mejor reunión que tuviste con tus hermanos y hermanas en la fe, nuestra reunión en el cielo será mucho mejor porque compartiremos eternamente sin la presencia del pecado.

Aquí en la tierra, donde aún mora el pecado, la muerte y Satanás, el discipulado es como un lugar para anclarnos mientras esperamos el cielo prometido. Esa hermana que te lastimó cuando le dedicaste tiempo, o esa hermana a la que lastimaste porque te canceló en repetidas ocasiones, la verás en el cielo. Juntas adorarán al Señor, y lo que haya ocurrido en la tierra, ni les pasará por la mente porque no valdrá la pena, pero estoy segura de que en los planes soberanos de Dios el dolor sí valió la pena porque las pulió.

Recuerdo un taller de tres días donde la conferencista dijo: miren a la persona a su lado, esa es la persona con la que pasarán estos tres días. Nosotras pasaremos una eternidad con la hermana que se sienta al lado nuestro o cerca en nuestra iglesia local, que mejor que conocerla ahora, crecer juntas para alentarse en la espera de ese glorioso día. No veas este caminar de discipulado junto a otra hermana como un desperdicio, te alegrarás al ver a tu hermana en el cielo y otras se alegrarán de verte a ti también —que la armonía empiece desde hoy.

• Aprende: ¿Cómo crees que estarás con tus hermanas en el cielo?
• Vive: Lee 1 Tesalonicenses 3. Específicamente, lee los versículos de inicio y de final para comprender lo que Pablo está exhortando. Pregúntate: ¿Cómo estoy viviendo mis relaciones con otros? ¿Qué esperanza estoy dando a otros en medio del sufrimiento de ahora? Luego, ora por ti y por tus hermanas.
• Lidera: ¿Cómo estás alentando a otras a tener esperanza en la vida eterna?

Oración

Padre, gracias por tu maravilloso plan de rescatarnos para que seamos tuyas eternamente. Gracias porque no estaremos solas allá, como no estamos solas aquí. Ayúdanos a impartirnos esperanza cada día, a perdonarnos en cada momento, y a vivir como si mañana nos fuéramos a encontrar contigo. Ayúdanos a que nuestras relaciones de discipulado siempre apunten a ti. Aguardamos con paciencia ese glorioso día en el que estaremos contigo sin final. En Cristo, amén.

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