¡Anímate a Discipular!Muestra

DISCIPULAMOS PORQUE AMAMOS A OTRAS Y DESEAMOS QUE MADUREN ESPIRITUALMENTE PARA EJERCITAR DISCERNIMIENTO.

El discipulado no es solo una disciplina espiritual en la que nos necesitamos unas a otras, no solo es un mandato de Dios para que crezcamos a la imagen de Cristo, y no solo debemos ser discipuladas, sino también necesitamos discipular a otras. Si bien es cierto que el pasaje de Mateo 28:19-20 también apunta a la obediencia a este mandato —discipular y también ser discipuladas— la razón de ser discipuladas es para crecer en discernimiento.

Leamos los versículos que anteceden a Hebreos 5:14. «Pues aunque ya debieran ser maestros, otra vez tienen necesidad de que alguien les enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y han llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido. Porque todo el que toma solo leche, no está acostumbrado a la palabra de justicia, porque es niño» (He 5:12-13). Si lo que deseamos es ejercitar nuestros dones de enseñanza, nosotras debemos crecer en nuestro conocimiento de Dios, de manera que ayudemos a otras en discernir el bien y el mal. Siendo el mal la ausencia del bien y la corrupción moral.

Debemos discipular porque amamos a otras. Debemos discipular porque la Palabra lo dice. Debemos discipular con la Biblia, con paciencia, con perseverancia porque el pueblo de Dios es luz en medio de las tinieblas, es verdad en medio de la mentira y es justa en medio de la injusticia que prevalece en este mundo. El discipulado tiene relevancia más allá de nosotras. A muchas nos encanta estudiar para adquirir conocimiento, pero esto no es sinónimo de ser espiritualmente maduras (adultas, como dice el pasaje). El conocimiento debe formarnos de adentro hacia afuera de manera que reconozcamos la responsabilidad que tenemos de ayudar a otras mujeres.

No te veas a ti misma para llevar a cabo este mandato. No confíes en tu propia prudencia. Ora al Señor que te ayude a iniciar un discipulado reconociendo que lo quieres conocer más a Él y servir a otras. También debes discipular porque eres parte del cuerpo de Cristo, el cual tiene gran necesidad de conocerlo por medio de la vida de otras personas. Ni tú ni yo tenemos la verdad completa ni hemos vivido todo en este mundo, el conocer el testimonio de gracia de otras alimenta nuestra fe y nos ayuda a discipularlas mejor. Nuestra experiencia de vida es otra más que seguramente ayudará a otra a discernir entre lo que es bueno y lo que no es. Somos instrumentos de verdad y amor en la vida de otras mujeres. Prepárate para discipular.

• Aprende: ¿Por qué debes discipular?
• Vive: Lee Tito 2:3-5. ¿Qué es lo que las ancianas (adultas o maduras) deben enseñar a las más jóvenes? ¿Por qué Tito dejó este modelo a la iglesia local? (Tito 1:5,10-11; 2:1). Ora al Señor que te ayude a ser instrumento en sus manos.
• Lidera: ¿De qué manera puedes ser más intencional con las mujeres de tu grupo? ¿Las has visitado en casa o llamado durante la semana?

Oración

Amado Padre, gracias porque nos has hecho parte de una gran familia para tu gloria. Ayúdanos a ver la necesidad de otras, a orar por ellas y luego buscarlas para ofrecerles caminar a su lado. Ayúdanos a no llenarnos de conocimiento sin compartirlo. Perdónanos si hemos lastimado a alguna hermana y llévanos a restaurar relaciones y construir otras en nuestras iglesias locales. En Cristo, amén.