Enfrentando El Día MaloMuestra
En los próximos días iremos poniendo el foco en los valles. Profundizaremos en cada una de esas temporadas de adversidad donde pareciera que nada puede ayudarnos, que el mundo se detuvo, o que la tormenta y la noche se nos hacen eternas.
Cuando hablamos del valle de muerte es imposible no recordar las palabras del Salmista en el conocido e histórico Salmo 23:
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Salmo 23:4).
El Señor tiene la capacidad de infundirnos vida y aliento en medio de este valle.
Aun así, esto no garantiza que sea agradable o fácil de atravesar.
La vida nos presentará distintos valles de muerte. Estos pueden ser la enfermedad propia o la de un ser querido, o incluso la muerte de alguien que amamos.
Pero este valle no se reduce solo a eso, ya que hay otros tipos de muerte en vida. LA MUERTE EMOCIONAL es una de ellas. Esto es, por ejemplo, que la vida ya no tenga color y sazón para nosotros. Que nada nos motive; estar sumergidos en nostalgias, tristezas o depresiones. La imposibilidad de empatizar y conectar con las emociones de nuestro prójimo. No tener capacidad de proyectarse al futuro o soñar. Podemos estar vivos en lo físico, pero muertos y secos en lo emocional.
Por último (y a mi criterio el tipo de muerte más grave) la MUERTE ESPIRITUAL, que es el alejarse de Dios, ser indiferentes a su Espíritu Santo, que nos dé igual llevar a cabo acciones que lo contristen. Todo esto nos lleva a no tener ningún tipo de comunión con Él.
La primera gran consideración que deberíamos tener es que: NINGÚN TIPO DE MUERTE FUE CREADA POR DIOS. En la mente de Dios, en el plan original, NO EXISTÍA LA MUERTE. Esta ingresó a la Tierra en el Jardín del Edén, a través de la desobediencia del hombre.
A partir de ese suceso la naturaleza humana cae, el espíritu de muerte (degradación y desgaste de toda la creación) ingresa a la Tierra y nuestras emociones obtienen negatividad; como por ejemplo la vergüenza. Además, nuestros cuerpos pasan de tener eternidad física, a tener los días contados y acotados porque nos convertimos en carne mortal. 70 u 80 son los años que se nos conceden dijo el Salmista. Salmos 90:10 (NTV) y Génesis 6:3 (NTV)
De hecho, el plan de salvación tiene razón de ser en volvernos a ese estado original de VIDA, inmortalidad y eternidad. En Adán todos mueren, pero en Cristo tenemos el antídoto: TODOS SOMOS VIVIFICADOS (1 Corintios 15:21-22).
Acerca de este Plan
La Biblia no garantiza vidas sin problemas. En un mundo lleno de dolor, donde la gente buena sufre, nuestra fe se ve desafiada. La pregunta del “porqué” resuena ante las injusticias, enfermedades y muertes. En los próximos días exploraremos juntos las Escrituras para encontrar consuelo y esperanza. La Palabra del Señor nos ofrece herramientas para enfrentar la adversidad. Veamos como enfrentar EL DÍA MALO.
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Nos gustaría agradecer a Axel Lourenco por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/axellourenco/